Algunos de estos tips no solo te ayudarán a cuidar mejor a tu perro de raza pequeña o grande, sino también a economizar un poco con los gastos cotidianos.
Poner en práctica estas recomendaciones no implica un gasto excesivo y los beneficios que nos arroja son enormes, en especial para la salud y el bienestar físico y mental de nuestro can de raza grande o pequeña.
Nutrición del perro de raza pequeña
Tal y como sucede con los seres humanos, los alimentos que los canes ingieren tienen una directa incidencia en su salud. Por ello, lo mejor es elegir productos que incluyan nutrientes de la mejor calidad y que no le caigan pesados a su estomago tan pequeño.
En este mismo sentido, también se deberá tener precaución con el tamaño de las porciones que se le sirven al perro chico en su contenedor. Y es que al tratarse de canes pequeños no podrán alimentarse con trozos de comida demasiado grandes.
Cuidados de un perro de raza grande
Ya sea que se trate de un perro labrador, un perro de raza pastor alemán o un San Bernardo, el cuidado de un can corpulento implica una serie de responsabilidades añadidas, ya que los perros con estas características físicas requieren, por ejemplo, espacio suficiente para movilizarse, un meticuloso adiestramiento y tiempo suficiente para realizar ejercicios físicos.
Debemos analizar sinceramente si contamos con el tiempo, tolerancia, fuerzas, dedicación, espacio en casa y recursos financieros suficientes para dedicárselos a la atención de un can de raza grande.
Las respuestas que se les de a estas interrogantes incidirán en la experiencia que se tenga al cuidar un perro grande en casa. La situación puede devenir en una vivencia divertida o más bien caótica.
Casi todas las razas grandes de perro son sumamente nobles y requieren de las atenciones de las personas con las que conviven en casa. Por todo lo anterior, antes de sumar a un novedoso integrante al grupo familiar- uno grande, peludo y bonachón-, hay que tomar en cuenta un grupo de factores para valorar si un can de estas dimensiones podrá adaptarse sin problemas a su nuevo hogar.
Cuidado de los perros chicos, lo que se debe evitar
Lo primero es evitar esa tendencia a tener a los perros de pequeño tamaño permanentemente en el regazo o llevándolos en los brazos. Más allá de su tamaño estamos hablando de un perro, es decir, un compañero del hogar que como animal de compañía debe saber cuál es el sitio que ocupa en esa vivienda y también fuera de ese domicilio.
Lo negativo de llevar siempre en brazos a un perro chico es que se le limita la posibilidad de relacionarse con otros canes o con otras personas, además de que no se le ofrece la posibilidad de que pueda gastar energías por medio de sus paseos y jugueteos por toda la casa o en el parque.
Lo mismo que los perros grandes, los perros de tamaño pequeño requieren hacer mucho ejercicio. No solo disfrutan de realizar paseos tranquilos, sino también gustan de correr, brincar y jugar con gran dinamismo.
De modo que, conviene arrojarle la pelota y perseguirlo en el parque, disfrutando de tiempo de calidad con el perro pequeño. Una recomendación que sí deberá tenerse presente, en todo momento, es la de utilizar en esta clase de perros con el cuello tan delgado y frágil, un collar de arnés y no un arnés convencional, puesto que de ese modo reducimos el riesgo de que sufra alguna lesión corporal.
Razas de perro grande para tener como mascota
Algunas de las razas caninas de gran tamaño que gozan de mayor popularidad como mascotas, son las siguientes: Gran danés, pastor alemán, Doberman, labrador, mastín napolitano, San Bernardo y pastor inglés. Los perros de esas razas son magníficos como Guardianes del hogar, ya que simplemente su presencia ahuyenta a los extraños. Por supuesto, esta clase de perros son magníficos en la tarea de proteger los lugares donde habitan.
Tener un perro grande es divertido y fascinante, aunque requiere por parte de sus propietarios de un mayor sacrificio, en cuanto al presupuesto que se debe destinar para qué el animal cuente con todo lo necesario para mantenerse saludable y en forma. Además, cada integrante del grupo familiar debe estar de acuerdo en que llegué a la casa un can de estas características, tomando en cuenta que muy probablemente todos deberán colaborar en su cuidado.