La fiebre aftosa es una enfermedad de elevado nivel de contagio ocasionada por un virus que daña a cabras, ovejas, vacas y porcinos.
Por lo general la fiebre aftosa no afecta a las personas, salvo en eventos muy específicos en los cuales un ser humano se pone en directo contacto con el virus que causa este mal.
Conozcamos más acerca de esta y otras problemáticas relacionadas con la sanidad animal y las explotaciones pecuarias.
Los riesgos de la fiebre aftosa en granjas y criaderos
Los animales afectados exhiben elevada fiebre en los primeros días tras el contagio. Posteriormente aparecen grandes ampollas en la mucosa de la boca, las cuales causan un gran dolor a los ejemplares enfermos.
Los bovinos contagiados por la fiebre aftosa padecen una acentuada falta de apetito que les hace perder peso y con ello ver disminuida su producción de leche.
Por lo general esta enfermedad no es de consecuencias letales y existen varias vacunas que pueden ser usadas para combatirla de acuerdo con el tratamiento indicado por el veterinario.
Importancia del bienestar animal en las explotaciones pecuarias
Es indispensable que los bovinos y demás animales de granja se encuentren en perfecta salud, no solamente para que las personas no se enfermen, sino también para comercializar la carne sin riesgos sanitarios.
De allí la relevancia que tiene saber cuáles son las principales enfermedades que afectan a los diferentes animales de granja. Con este conocimiento se tiene una vía más efectiva para proteger a los ejemplares de nuestro emprendimiento pecuario.
Por ejemplo, los cerdos suelen enfermarse de la llamada fiebre porcina, la cual hace que los animales se muestren deprimidos y nerviosos.
A la larga, si no son atendidos como es debido, terminan por morir. Otro mal que afecta directamente al sistema nervioso y también al sistema respiratorio de los cerdos es la enfermedad denominada como Aujeszky.
La salud y los riesgos sanitarios en las aves de corral
No menos indispensable es preservar limpio el gallinero, en especial los nidos y el piso donde las aves permanezcan.
De la misma manera hay que recoger los huevos con una razonable frecuencia, ya que los huevos que permanecen mucho tiempo en el gallinero corren un riesgo mayor de contaminarse, más aún si se ensucian o se rompen.
Los huevos que se rompan deben ser desechados de inmediato. También es importante refrigerar los huevos tras haberlos recogido.
Finalmente hay que cocinar perfectamente los huevos que se hayan obtenido de las gallinas de una granja propia.
Los huevos crudos o que no se hayan cocinado bien pueden tener la bacteria de la Salmonella y ocasionar enfermedades.
Podrán hallar los mejores productos para la cría de aves de corral en Farmacia Veterinaria San Bernardo.
Las infestaciones de piojos en las aves de cría
Son varias las enfermedades que pueden afectar a las aves de corral.
Es una circunstancia que hace necesaria la periódica revisión del cuerpo de nuestros ejemplares, especialmente en los meses de más elevadas temperaturas.
Es justo en esos calurosos periodos en los que los piojos proliferan con más facilidad. Para detectar a este tipo de parásitos si está presente en una gallina, hay que revisar detenidamente debajo de las plumas.
También hay que considerar la presencia de roedores y otra fauna silvestre que habiten en las proximidades de los gallineros o que consigan introducirse a ellos.
Son intrusos que constituyen una importante fuente de infestaciones parasitarias para las aves de corral. Es preciso utilizar todos los recursos posibles para impedir que animales extraños penetren a los gallineros.
Combatiendo al coronavirus bovino en granjas y criaderos
Otra de las principales enfermedades que afectan en gran medida a las explotaciones pecuarias y en especial aquellos negocios en donde se cría o se concentra a ejemplares bovinos es el coronavirus.
Clasificado dentro del grupo de la familia Coronaviridae, el microorganismo es un virus con una sola cadena de ácido nucleico capaz de multiplicarse en el citoplasma, afectando especialmente el aparato respiratorio del bovino.
Tres son los síndromes asociados al coronavirus bovino: en primera instancia el síndrome diarreico neonatal de la cría bovina, mismo que se define por la ocurrencia de intensas diarreas, en muchas ocasiones acompañadas de hemorragias, deshidratación, anorexia y poco tiempo después el fallecimiento del ejemplar.