Hablar de la dirofilaria es hacerlo acerca de una afección que ocasiona graves problemas en la salud de los animales de compañía. En efecto, los casos de dirofilaria, si bien son bastante sencillos de prevenir y de tratar, en ocasiones pueden derivar en complicaciones bastante delicadas, muchas de ellas de origen cardiaco.
De entre las enfermedades de origen parasitario en perros, la dirofilaria, o también conocida como dirofilariosis, es un mal de elevada incidencia que puede ser atendido con cierta facilidad y que también tiene una eficaz prevención. No obstante, de no actuar con prontitud para combatirla, puede ser sumamente perjudicial para las mascotas.
CÓMO SE MANIFIESTA LA DIROFILARIA
Ahora bien, ¿qué es la dirofilaria y cómo afecta a los animales de compañía? Estamos ante un proceso de tipo parasitario derivado del microorganismo Dirofilaria immitis. Este problema se presenta con más frecuencia entre los animales de alimentación carnívora, tanto los silvestres como los domésticos. En ciertas naciones es frecuente de hallar en los perros, ya que se contagia principalmente por la acción de garrapatas y pulgas. Estos parásitos sirven como huéspedes no vertebrados de la Dirofilaria immitis.
La mecánica del contagio se lleva a cabo de la siguiente manera: los mosquitos ingieren sangre contaminada y con ello inocula las llamadas microfilarias, mismas que crecen en el torrente sanguíneo hasta llegar a su fase adulta en el interior de la arteria pulmonar. Cuando se reproducen y liberan sus microfilarias. Justo esa fase juvenil es la que transmiten las garrapatas y las pulgas.
LA ACCIÓN DE LA DIROFILARIA EN LOS PERROS
La dirofilaria por lo general afecta más a los canes que tienen entre tres y seis años y no se tienen registros de que dañe a perros con una edad menor a un año, ni en los mayores de diez años. Curiosamente daña más a los machos de pelo corto, de modo que se deben tener precauciones especiales con ellos.
La dirofilaria en los canes suele dañar más a los perros cazadores. Es algo que se presenta también con otras enfermedades como la borreliosis que también es transmitida por las garrapatas. Estas últimas afectan con gran frecuencia a los caninos. Los casos de dirofilaria tienen una ocurrencia que también depende mucho del sitio donde uno se encuentre. De manera que debemos estar atentos si nuestro domicilio es proclive a tener garrapatas y mosquitos en las temporadas veraniega y primaveral.
Los parásitos en su etapa adulta derivan en casos de dirofilaria. Se trata de microorganismos que causan insuficiencia cardiaca e hipertensión. Por otra parte, en su etapa de larvas son capaces de causar cuadros de tromboembolismo y neumonitis alérgica. Los síntomas relacionados con la dirofilaria tienen una variable gravedad y están vinculados a complicaciones cardiacas, por lo cual, los perros suelen fatigarse con gran frecuencia.
Para llevar a cabo su diagnóstico el veterinario debe realizar análisis de sangre y dinámicas como las tinciones para cerciorarse de que el can da positivo ante la acción de la enfermedad. Así también, en las áreas donde los parásitos mencionados son frecuentes de hallar, es aconsejable que acudan al veterinario con la debida periodicidad e incluso un tanto más seguido cuando se presentan los meses más calurosos del año.
LA PREVENCIÓN DE LA DIROFILARIA EN LAS MASCOTAS CANINAS
Para tratar los casos de dirofilaria es preciso aplicar un tratamiento sintomático que incluye el uso de diuréticos, heparina y otros productos farmacológicos para fines veterinarios. En ciertos casos será preciso aplicar una dieta y un tratamiento quirurgico, aunque esto será determinado a criterio del veterinario.
Para terminar con el problema de las microfilarias un recurso valioso es el uso de la ivermectina, por lo que se considera el tratamiento más adecuado para la prevención de la enfermedad. Otra manera de prevenir los casos de dirofilaria en los perros o gatos es tener un cuidado más minucioso con la presencia de las garrapatas y posteriormente quitarlas. Una vez que se presente una picadura de garrapata, lo mejor es acudir con el veterinario para que evalúe al animal y disponga del mejor tratamiento para atenderlo.
En general, con tener al día las vacunas y las desparasitaciones del animal, así como también siguiendo las recomendaciones del veterinario, podremos disminuir al máximo los riesgos de la dirofilaria en nuestros animales de compañía.