Una de las enfermedades más relevantes que las poblaciones de granjas y criaderos es el lóbado. Es una enfermedad de gran potencial contagioso que causa grandes pérdidas a los criadores de ganado vacuno. Una de las particularidades de esta enfermedad es que se ha convertido en uno de los niños.
En la actualidad, el lóbado se extiende más sobre los resúmenes de los jóvenes y si no se ha resuelto este problema sanitario con los recursos veterinarios pertinentes, que puede ser propiciado el fallecimiento del animal contagiado en tan solo unas horas. El lóbado es el término popular con lo que se conoce como una enfermedad relacionada con la inflamación del cuerpo sintomático.
La enfermedad del lóbado en las reses
Las reses contagiadas de lóbado experimentan fiebre extrema y cojera causada por tumores gaseosos. Estos últimos también aparecen con frecuencia en las piernas y los músculos de la espalda del animal. También suelen mostrarse abultamientos en las nalgas, señal de riesgo de que se han concentrado de manera exagerada gases en el interior corporal del ejemplar.
Los veterinarios especializados en animales de granja manejan un tratamiento específico para atender esta grave enfermedad. Básicamente se utiliza el bisturí para realizar ampliaciones en las zonas gangrenadas del cuerpo del animal. Luego inyectan en las heridas abundante agua oxigenada hasta que llegan a los tumores gaseosos. Este líquido medicinal que utiliza los veterinarios elimina los microbios que propician la gangrena. El tratamiento contra el lóbado incluye la aplicación de fuertes dosis de penicilina. Además, el responsable de la granja o criadero debe procurar que todos los ejemplares con una edad menor a los tres meses sean vacunados para que no resulten contagiados por esta grave enfermedad bovina.
La enfermedad de la leucosis o linfoma en las enfermedades.
No menos importante resulta combatir la leucosis, la enfermedad que se origina en los resúmenes y que también tiene un índice de contagio importante. Esta enfermedad, también se conoce como linfoma, es capaz de generar un nivel de epidemia en las poblaciones de vacas de granjas y criaderos.
Hay distintas variantes de la leucosis o linfoma (como también se le conoce). En los terneros causa una afectación en cierta glándula que tienen todos los animales a la altura del cuello. Allí está la forma de un tumor, el cual puede extenderse hasta afectar la totalidad de los ganglios. Otra manifestación frecuente de la leucosis, especialmente la piel de las novillas y los terneros, y el cuerpo de estos ejemplares se ha cubierto de los tumores. Estos últimos suelen ser pequeños y más bien superficiales.
Una variante más de un linfoma no solo atrofia los ganglios del animal, sino que también se extiende al bazo, corazón y otros órganos del ternero o vaquilla infectado.
Para muchos especialistas el contagio que se presenta con esta enfermedad es de tipo viral. Una de las principales causas de los que aparece es la utilización de la aguja de vacunar en los distintos ejemplares, así como la picadura de algunos insectos, como, por ejemplo, ciertas variedades de mosca.
Los terneros también pueden contagiarse por ingerir el calostro de vacas enfermas de linfoma. Los animales que contraen este mal tienen un elevado índice de mortalidad.
La tuberculosis y su afectación en los bovinos.
Otra enfermedad que no se puede dejar pasar y que debe ser combatiente en las poblaciones bovinas de granjas y criaderos es la tuberculosis. Desde hace tiempo se ha buscado su erradicación total de las explotaciones pecuarias. Por supuesto, no solo es altamente contagiosas en las reses y terneras, sino también en las personas.
Es a través de la leche que los terneros suelen contagiarse de tuberculosis, cuando la ingieren de vacas contagiadas de esta enfermedad . Otra fuente de contagio es el entorno donde se concentran los animales, especialmente los ejemplares y el contenido de las vacas.
De entre los síntomas más frecuentes de la tuberculosis se destaca la seca, por lo general muy persistente, fiebre extrema, adelgazamiento excesivo del ejemplar, ganglios linfáticos inflamados, etc. Por otra parte, hay distintas clases de tuberculosis: hepática, mastitis, de matriz , pulmonar y otras varias más.