No es raro hallar que un can se moviliza dando vueltas sobre sí mismo. Casi siempre es un asunto que no genera preocupación en los propietarios del animal. Se le relaciona con un simple comportamiento de tipo fisiológico, por ejemplo, por su deseo de jugar o explorar. No obstante, si un perro da vueltas sobre sí mismo hay otras posibles causas que precisan de atención veterinaria, ya que en algunos casos hay ciertas complicaciones relacionadas con enfermedades físicas o mentales que deben ser atendidas.
Por supuesto, el apoyo del veterinario para comprender el problema en su debida dimensión es indispensable.
Una vez que se observa el mencionado comportamiento en un perro, si se advierte que es demasiado frecuente o si se advierte que el animal da vueltas sobre sí mismo y posteriormente se cae, es preciso conocer algunas de las causas principales por las que se presenta este fenómeno.
Hasta cierto punto, es algo normal que el perro de vueltas sobre sí mismo. En ocasiones lo hace antes de tenderse para dormir, formando un ovillo con su cuerpo, enroscándose. También se puede detectar a varios cachorros que giran sobre sí mismos tratando de alcanzarse o de morderse la cola a manera de juego. Se trata de una conducta relacionada con su deseo de explorar y conocer mejor su entorno.
Un cachorro que es separado de su camada al hallarse solo en un hogar nuevo puede extrañar esa clase de interacción y llevar a cabo ese morderse la cola como una vía de esparcimiento. Si el perro actúa así de manera eventual puede ser considerado como un simple juego, pero si llega a considerarse como una especie de obsesión hay que indagar por las posibles causas.
Si el perro gira sobre sí mismo por causas psicológicas
Se le llama “estereotipia” a cierto comportamiento que se repite con frecuencia y de modo idéntico en el perro, sin que el animal logre ponerle freno. Si tal estereotipia se presenta en un can- por ejemplo, cuando gira sobre sí mismo sin parar-, nos señala la presencia de alguna complicación física o psicológica.
Un comportamiento de este tipo puede presentarse cuando el can no recibe la atención indispensable, cuando se le mantiene durante mucho tiempo atado o encerrado. Un perro también puede girar sobre sí mismo si no desarrolla las actividades físicas indispensables o si no recibe la debida estimulación, lo cual propicia estrés, frustración y ansiedad.
También pueden presentarse tendencias hereditarias que derivan en esta especial conducta y en los casos de mayor gravedad pueden mutilarse la cola, ocasionándose heridas considerables.
Si el perro gira sobre sí mismo por causas físicas
En lo que se refiere a las causas físicas, cuando un perro se persigue la cola incontrolablemente, esto puede estar relacionado con problemas en las glándulas anales o por la presencia de parásitos intestinales, los cuales motivan intensos picores en el ano del perro.
Otra posible causa de la tendencia fuera de control para girar sobre sí mismo en el perro, es tener un corte inadecuado de la cola. Si a un perro le han cortado la cola de modo incorrecto pueden sufrir dolores o incomodidades en esa área corporal, lo cual explica ese comportamiento tan singular. Otras posibles causas físicas del mencionado comportamiento en el perro son las infestaciones de pulgas, los casos de dermatitis aguda y fracturas en la cola.
Cuando el perro da vueltas y se cae, mostrándose desequilibrado o descoordinado, cuando se inclina hacia los lados, entonces podría haber ciertos problemas en la zona interna del oído. Los casos de infección en la parte externa del oído pueden trasladarse hasta la parte interna del oído y eso explica que se observe al perro dando vueltas incontrolablemente por hallarse afectado su sistema del equilibrio. Cuando esto sucede el animal también suele jadear o experimentar dolor. En estos casos es indispensable llevar al perro con el veterinario puesto que se trata de una situación de emergencia.
Otra causa de este problema con el equilibrio corporal en el perro tiene que ver con el llamado síndrome vestibular, una enfermedad no muy conocida aún y que se presenta especialmente en los canes de mediana edad o en estado de ancianidad.