Varios son los trastornos relativamente frecuentes que puede padecer un minino, por ejemplo, maullar estando en el arenero, dejar de hacer uso de la bandeja u orinar con frecuencia, pero en escasa cantidad. Cualquier alteración en el habitual uso de la bandeja debe ser motivo para consultar pronto al veterinario, en tanto que pueden apuntar a complicaciones urinarias, algunas de ellas tan severas que inclusive pueden comprometer la existencia del animal.
Con respecto a los mininos que orinan con frecuencia, pero escasamente, hay mucho más por comentar y eso es justamente lo que haremos en los párrafos siguientes.
Complicaciones de micción en el minino
Las problemáticas de orina en los mininos son más habituales de lo que podría pensarse. Es normal que lo que se note inicialmente es que nuestro gato vaya con frecuencia anormal al arenero. Si ponemos atención al asunto nos percataremos de que, el animal orina más veces, pero en menor cantidad. Y que, aunque lo intenta, no consigue eliminar casi nada de orina o que, al contrario, observaremos la bandeja más sucia de lo habitual, en tanto que la cantidad de orina evacuada se ha incrementado.
Un aumento en la cantidad de orina puede estar relacionada con problemas de salud como diabetes o insuficiencia renal. Por otra parte, la carencia de orina se perfila como una emergencia de urgente atención, por lo cual, debemos de llevar al gato de inmediato con el veterinario.
Síntomas relacionados con los problemas de micción en el gato
Algunos síntomas que se presentan junto con la tendencia del gato a orinar con frecuencia, pero escasamente, son los siguientes:
Lamidos con anormal frecuencia en el área genital, misma que puede estar irritada
Intensos maullidos al aproximarse o introducirse al arenero
Tener micciones fuera del arenero
Dolores en la zona abdominal
Estar más tiempo del normal en el arenero realizando esfuerzos, lo cual puede hacernos pensar que el animal padece estreñimiento.
Si logramos ver la orina a veces se advierten allí restos de sangre.
En los casos de mayor severidad puede presentarse malestar, vómito, decaimiento, pocas ganas de alimentarse, etc.
De la misma manera, el comportamiento del animal suele verse alterado, al exhibir temor o agresividad sin motivo aparente.
Una problemática especialmente severa de este cuadro es que se presenta una obstrucción completa o parcial del aparato urinario. Es entonces que la vida del animal se ve bastante comprometida y se hace indispensable la intervención del veterinario.
Causas vinculadas con las complicaciones de micción en el minino
Son diversas las causas por las cuales un minino tiene la tendencia a orinar con demasiada frecuencia, aunque en poca cantidad. Todas ellas pueden ser agrupadas bajo la denominación de FLUTD, siglas en idioma inglés que se refieren a una problemática del tracto urinario inferior, así como también deficientes funcionamientos de la uretra y la vejiga.
Cómo actuar si un gato orina con frecuencia, pero escasamente
Y si bien estas problemáticas pueden presentarse en todos los mininos, los animales de mediana edad con acumulación de peso y de años sedentarios son los que tienen mayores riesgos de padecer FLUTD.
De la misma manera, también suelen ser circunstancias vinculadas al problema un consumo de H2O escaso, una nutrición basada en el pienso o demasiado estrés experimentado por el minino.
Por tratarse el FLUTD de una complicación urinaria resulta bastante molesta para el minino, por lo cual, debería ser una condición de inmediata atención por parte del veterinario.
Tratamiento para atender los problemas de micción en el minino
Con respecto a las causas por las cuales un minino orina mucho, pero en escasa cantidad, debemos mencionar algunas de las más importantes: cristales o o cálculos, infecciones urinarias, tapones uretrales, cistitis, malformaciones en la anatomía del gato y tumores.
Por lógica, el tratamiento que el veterinario debe seguir dependerá de las causas que hayan propiciado las complicaciones urinarias en el gato.
Al estar ante una dinámica especialmente dolorosa para el gato, puede requerirse la aplicación de medicamentos para contener el dolor. Y si estamos ante problemas de tipo bacterial, será preciso contenerlas con algún eficaz antibiótico.
Por lo demás, si se presentan cálculos, eso puede solucionarse con una optimización de la dieta del gato empleando un menú especialmente preparado por el veterinario para su disolución y para prevenir la aparición de nuevos cálculos.
En los casos de mayor gravedad es factible que el animal sea ingresado en la clínica veterinaria para que le sea aplicado tratamiento intravenoso o inclusive para que le sea realizada una operación quirúrgica para retirar alguna obstrucción.