Es normal que el periodo de embarazo de las hembras caninas se perfile como un tiempo colmado de inquietudes para quienes se dedican al cuidado de estos animales. Las alteraciones que van surgiendo paulatinamente- pensemos en aquellos cambios que no son captables a simple vista, como el crecimiento de los perros más jóvenes-, derivan en la visita al veterinario en repetidas ocasiones y aplicar numerosas medidas para preservar la salud de la perra y sus crías.
Es en este marco que conviene abordar el tema acerca de la conveniencia de aplicar vacunas a las perras embarazadas o no. Dedicaremos los párrafos siguientes para profundizar en la mencionada temática.
Utilidad de las vacunas en los canes
Vacunar debe de comprenderse como una medida veterinaria de gran importancia, la cual, se aplica comúnmente a través de una inyección. Esta última, incluye una solución que incorpora patógenos que han sido alterados para impedir que la enfermedad se desarrolle.
Así entonces, en cuanto han sido inoculados estos patógenos atenuados, el cuerpo de la perra hace surgir anticuerpos para combatirlos. La carencia de vacunas puede provocar que la respuesta inmunológica del animal se presente con una demora de graves consecuencias para su salud y para su vida.
Consecuencias de vacunar a una perra esperando crías
Ahora bien, el periodo de gestación de una cría canina tiene una duración aproximada de dos meses. Es un lapso en el cual se le deben de ofrecer especiales atenciones, siempre siguiendo las recomendaciones del veterinario. Durante el embarazo la perra debe de gozar de una excelente nutrición y una existencia sin estrés.
En lo tocante a la conveniencia de vacunar a una hembra canina que esté esperando crías, ciertamente la gestación es un tiempo que resulta sensible a variados fármacos, incluyendo las vacunas. No es aconsejable, por lo consiguiente, ofrecer a la perra algún medicamento, vacuna o producto antiparásitos, sin que ello sea consecuencia de indicación de un veterinario.
Problemas por la vacunación de la perra durante el embarazo
Lo anterior se relaciona a que, durante el embarazo, ciertas sustancias logran cruzar la barrera de la placenta, consiguiendo así llegar hasta las crías en gestación.
De modo que, si se aplica una vacuna a una perra que está esperando crías, pueden aparecer malformaciones o incluso desencadenar abortos en los fetos.
Así también, aunque no acontece con frecuencia, en ciertos casos las vacunas propician eventos de fiebre o inclusive alergias, en raras ocasiones de severidad.
¿Conviene o no vacunar a una perra embarazada?
Tomando en cuenta lo antes mencionado, de modo general no es adecuado vacunar a una hembra canina esperando crías. Y se menciona aquí “de modo general” porque cada especialista en veterinaria debe valorar el caso que les corresponda. El consejo siempre es que una perra se encuentre perfectamente vacunada y desparasitada antes de la gestación.
Por lo consiguiente, si el veterinario establece que la hembra canina experimenta un peligro considerable de contagiarse de cierta enfermedad, puede tomar la decisión, considerando beneficios y niveles de riesgo, de aplicarle alguna vacuna.
Cuando tal es el caso, es necesario que para la vacunación se empleen vacunas que no incluyan microorganismos vivos, puesto que estos últimos si son capaces de atravesar la protección que ofrece la placenta. De manera previa a la vacunación, es preciso desparasitar a la perra, siguiendo en todo momento las instrucciones del veterinario.
La vacunación brinda protección a la perra contra enfermedades graves como el moquillo o el parvovirus. En circunstancias normales, no es recomendable vacunar a una perra esperando crías. Lo mejor es vacunarla antes, de ser posible, o aguardar a que concluya su fase maternal.
En caso de que la hembra canina se encuentre perfectamente vacunada y coincida con el tiempo de gestación cierto reforzamiento de la vacuna, entonces habrá de posponer la aplicación del medicamento. Una cierta duda puede presentarse con respecto a la rabia, ya que se trata de una vacuna que resulta obligatoria en varias regiones del mundo.
Estamos ante una enfermedad de graves consecuencias y de tipo zoonótico, lo cual quiere decir que pueden transmitir los animales a los humanos, en este caso los perros. En el caso de aplicar o no aplicar la vacuna antirrábica a las perras embarazadas, lo mejor será no hacerlo, si bien se han creado vacunas contra la rabia especiales para las hembras caninas gestantes.