Siempre es valioso el fomento de la integración familiar y cualquier oportunidad que se nos presente para ello debe de ser aprovechada al máximo, por ejemplo, cuando se puede realizar una travesía familiar.
Pues bien, cuando llega una nueva mascota a casa, se tiene una valiosa oportunidad para interactuar positivamente con los demás integrantes de la familia, buscando organizarse y asumiendo responsabilidades para que las necesidades del perrito o el pequeño gato queden solventadas en tiempo y forma.
Eso nos ayudará a conocer mejor a nuestros hermanos, hermanas, abuelos, abuelas, padres, etc. Y todo ello gracias a la presencia de ese ser tan especial que con su llegada ha llenado de magia a nuestro hogar.
Vale la pena compartir algunos otros consejos para los propietarios de mascota primerizos.
Qué implica tener y cuidar a una mascota
Antes que otra cosa, si se ha tomado la decisión de adoptar a un animal de compañía se deben de atender algunos puntos indispensables. Solo de ese modo se podrá llegar a ser un propietario plenamente responsable.
Algunas de las necesidades que se deben de cumplir con respecto al cuidado de las mascotas son las siguientes:
Nuestro animal doméstico no debe de padecer hambre, sed y una deficiente nutrición; también debe de estar libre de cualquier incomodidad con respecto al espacio donde habite en el hogar, mismo en el cual deberá tener toda la protección que requiera; nuestra mascota también debe verse, en la medida de lo posible, libre de cualquier riesgo de enfermedad; es importante además que ese animal de compañía manifieste el comportamiento que le es particular por su propia naturaleza, y también debe se estar libre de cualquier temor o estrés que afecte su estabilidad mental.
Adoptar un animal de compañía por vez primera
Para muchas personas, la decisión de adoptar a una mascota tiene más importancia de lo que pudiera pensarse en primera instancia.
Ciertamente no es algo que deba tomarse a la ligera, ya que el modo de vivir de la familia que haya decidido adoptar a un perro o gato seguramente quedará bastante alterada.
El cambio será radical también para esa mascota y es algo que debemos tener presente en todo momento desde que el animal haya llegado a este nuevo hogar.
Se perfila como un factor clave para garantizar una buena calidad de vida y la felicidad de ese animal de compañía que hemos resuelto recibir en casa.
La primera mascota en casa y las vacunas
Otro aspecto indispensable para atender la salud de un can es por medio de la vacunación.
Las vacunas son eficaces recursos para la estimulación del aparato inmunológico canino, en la medida que estimulan las defensas naturales del perro.
Los anticuerpos generados por el cuerpo del can, gracias a las vacunas, le ayudarán a protegerse de enfermedades altamente contagiosas y con riesgo mortal, como es el caso del moquillo o la parvovirosis.
Las vacunas cobran una especial importancia, en especial si el animal es un cachorro, si bien, la vacunación debe de aplicarse al perro cada cierto tiempo (siguiendo la planificación establecida por el veterinario) para garantizar así que su salud se mantenga durante todo el periodo vital de nuestra mascota.
La mascota primera según su especie
Otra decisión igual de trascendente tiene que ver con la elección de la especie. En este sentido hay que tomar en cuenta el espacio con el que se cuente en el hogar y las preferencias que se tengan con respecto a ciertos animales por su aspecto físico o su comportamiento natural.
Hay quienes prefieren cuidar canarios por su hermoso canto y para escucharlos día con día mientras que otras personas adoptan gatos porque son bastante independientes y no requieren de una atención permanente como sí es el caso de otras especies animales.
Lenguaje corporal de la mascota primera
Es indispensable que un propietario de canes conozca el lenguaje corporal que suelen exhibir estos animales. Una de las razones por las cuales los perros son excelentes animales de compañía tiene que ver por la capacidad que tienen para comunicarse con las personas que los cuidan.
Incluso los perros suelen comprendernos mejor de lo que nosotros podemos entender sus emociones y estados de ánimo de acuerdo a su lenguaje corporal. Atendiendo los movimientos de la cola, el pelaje y las orejas del can podremos tener una idea muy aproximada de lo que está sintiendo en determinado momento.