Las reses contagiadas de lobado experimentan fiebre extrema y cojera causada por tumores gaseosos. Estos últimos también suelen aparecer en las paletas y músculos de la espalda del animal.
También suelen mostrar abultamientos en las nalgas, señal inequívoca de que se han concentrado de manera exagerada gases en el interior corporal del ejemplar.
Continuemos compartiendo aquí los mejores consejos para garantizar la salud de las reses
El riesgo de lobado para las poblaciones de reses
Los veterinarios especializados en animales de granja manejan un tratamiento específico para atender esta grave enfermedad. Básicamente utilizan el bisturí para realizar amplias escisiones en las zonas gangrenadas del cuerpo del animal.
Luego inyectan en las heridas abundante agua oxigenada hasta que llegan a los tumores gaseosos.
Este líquido medicinal que utilizan los veterinarios elimina a los microbios que propician la gangrena.
El tratamiento contra el lobado incluye la aplicación de fuertes dosis de penicilina.
Adicionalmente, el responsable de la granja o criadero debe procurar que todos los ejemplares con una edad menor a los tres meses sean vacunados para que no resulten contagiados por esta grave enfermedad bovina.
Los casos de cojera en el ganado bovino
Los expertos señalan que casi el noventa por ciento de los casos de cojera están vinculados a problemas con las pezuñas. Y de este porcentaje, entre el setenta y noventa por ciento dañan las pezuñas laterales posteriores.
Las consecuencias económicas de las cojeras en el ganado bovino pueden verse manifestadas en una menor de la producción de leche.
Estudios recientes enfocados en las explotaciones pecuarias señalan que las cojeras en el ganado pueden transformarse en las enfermedades que más afectaciones genera en una granja o criadero.
Considerando este marco de referencia es indispensable lograr la detección temprana de cojeras en el ganado vacuno para atenderlas como es debido siguiendo las estrategias planteadas por el veterinario.
Es preciso atender a los ejemplares que presenten cojera de modo inmediato, empleando para ello tratamientos efectivos para así reducir al máximo los daños económicos y elevar el porcentaje de curaciones en los bovinos de una granja o criadero.
Protección sanitaria para las poblaciones de reses
Por el hecho de que algunas de las labores realizadas por los ganaderos implican la manipulación de productos o equipos químicos, los trabajadores que se ocupan de estas faenas deben de respetar las instrucciones de salubridad convenientes y en ciertos casos hasta utilizar prendas de ropa especiales y accesorios complementarios como gafas, botas y guantes de protección.
En general, los ganaderos responsables deben de estar atentos al cuidado y cría de los ejemplares; tener especial entusiasmo por el trabajo al aire libre y en condiciones climáticas variables; de la misma manera, es preciso aprender a trabajar en equipo y acostumbrarse a tomar decisiones al momento, así como también, demostrar una permanente capacidad de adaptación para realizar tareas distintas y exhibir adecuadas destrezas prácticas.
Combatiendo la obesidad y el sobrepeso en las reses
La manera más efectiva de prevención, para evitar la obesidad en las vacas lecheras, implica la aplicación de una dieta qué mezcle alimentos considerados como convencionales, por ejemplo, pasturas, con suplementos nutricionales, como la paja o la soya. Se trata de alimentos capaces de garantizar las necesidades nutricionales básicas en cualquier ambiente ganadero y que además ofrecen beneficios complementarios a los animales para el mantenimiento de su salud.
Por supuesto, en la medida que se disminuya el riesgo de tener ejemplares con el problema de la obesidad o el hígado graso, eso tendrá positivas repercusiones en el aprovechamiento comercial de una explotación lechera o ganadera.
Las reses y la importancia de la hidratación
En caso de que los bovinos no reciban el agua suficiente, pueden llegar a experimentar una gran deshidratación.
Estamos hablando de una enfermedad de consecuencias posiblemente letales si no es atendida en tiempo y forma. Efectivamente, la deshidratación puede causar la muerte de los animales de granja.
En lo que se refiere a los bovinos, esta suele causar mayores estragos en los animales de edad avanzada o entre los más jóvenes.
Por otra parte, la deshidratación en los animales de granja puede causar complicaciones adicionales en la salud de los bovinos, como, por ejemplo, casos de insuficiencia renal y acidosis.
Es por ello que resulta indispensable atender la deshidratación apenas es detectada en los animales de granja. Estudios veterinarios recientes indican que la deshidratación es causante de enfermedades como la diarrea profusa.
Factores vinculados a la diarrea profusa son también la carencia de higiene, una alimentación poco adecuada y la presencia de distintos parásitos.