La enfermedad de Gumboro en las aves de granja

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De entre las enfermedades que más afectan a las aves de corral destaca la infección viral de Gumboro, misma que daña especialmente a los pollitos entre las tres y seis primeras semanas de su vida. La enfermedad en cuestión también es capaz de afectar a otras especies plumíferas como los patos y los pavos. La enfermedad de Gumboro causa afectaciones a los órganos linfoides, principalmente a la bolsa de Fabricio de los animales contagiados. Con ello provoca un estado de inmunodepresión al dañar la actividad de las células inmunitarias.

Del mismo modo, se generan estados de hipersensibilidad tipo III en el ave, con afectaciones en las arterias o en los riñones. En lo que sigue comentaremos con más detalle acerca de la enfermedad de Gumboro en las aves de granja.

Conociendo los alcances de la enfermedad de Gumboro

Esta enfermedad tiene un gran impacto sanitario en los emprendimientos pecuarios, siendo capaz de ocasionar severas pérdidas en los negocios dedicados a la avicultura.  Causante de elevados índices de morbilidad y provocando el contagio de entre el cincuenta y el noventa por ciento de las aves, la enfermedad de Gumboro debe de ser combatida al máximo siguiendo las indicaciones de un experimentado veterinario.

La dinámica inmunosupresora generada por la enfermedad de Gumboro propicia que se presenten infecciones de tipo secundario y que se comprometa grandemente la eficacia de la vacunación. Los contagios se presentan por los contactos con el excremento de los pollos que padecen esta enfermedad o por alimento, fómites y agua con la presencia del germen que provoca el Gumboro.

Cuál es el microorganismo que provoca la enfermedad de Gumboro

Este problema de salud aviar es causado por el virus de la bursitis infecciosa aviar, el cual forma parte del grupo Birnaviridae y el género Avibirnavirus. Estamos ante un microorganismo con gran resistencia a las condiciones medioambientales, a las variaciones de temperatura y a la acción de los productos desinfectantes. El virus de la bursitis infecciosa es un microorganismo ARN que tiene dos serotipos, uno patógeno y uno no patógeno.

Principales síntomas de la enfermedad de Gumboro

En el ave contagiada de la enfermedad de Gumboro se producen dos variaciones: la subclínica y la clínica. Por lo que se refiere a la forma subclínica suele presentarse en pollos con menos de tres semanas de vida y que tienen una escasa inmunidad materna. En estos ejemplares se produce una patente debilidad y por ello deben de alimentarse más, aunque no se incrementa su peso. De la misma manera se presenta un incremento en su consumo de H2O, además de que padecen de inmnodepresión, y de diarrea.

En lo que se refiere a la forma clínica de esta enfermedad aviar presenta síntomas como los siguientes: deshidratación, pica, depresión, erizamiento de plumas, prolapso de cloaca, fiebre, dilatación de uréteres y diminutas hemorragias en los músculos.

Cómo se diagnostica la enfermedad de Gumboro en las aves

El diagnóstico del veterinario es indispensable para diferenciar la enfermedad de Gumboro o bursitis infecciosa de otros problemas de salud en las aves, en especial en los pollos de apenas tres o seis semanas de vida. El diagnóstico diferencial en estos casos sirve para descartar otras enfermedades con una sintomatología similar, como, por ejemplo, coccidiosis aviar, bronquitis infecciosa aviar, leucosis linfoide, influenza aviar, enfermedad de Marek y anemia infecciosa aviar.

El diagnóstico de la enfermedad de Gumboro se lleva a cabo luego de haber obtenido muestras y de haberlas enviado al laboratorio para que sean sometidas a pruebas directas e indirectas con el objetivo de identificar anticuerpos y el virus.

Cuál es el tratamiento de la enfermedad de Gumboro

Es importante señalar que el tratamiento para combatir a la bursitis infecciosa es más bien limitado. Ello se relaciona con las afectaciones que genera en los riñones. Debido a lo anterior, numerosos fármacos no están indicados para estos casos, por las secuelas que produce en el riñón. Tal es la razón por la cual la utilización de antibióticos preventivos para infecciones de tipo secundario ya no se emplea actualmente.

Por lo antes mencionado, hoy por hoy no se cuenta con un tratamiento para combatir a la enfermedad de Gumboro y únicamente se puede lograr un control preventivo de la enfermedad por medio de medidas de bioseguridad como, por ejemplo, la vacunación y la desinfección y limpieza de los espacios donde se concentren a las aves.