Cuando se aborda el tema acerca del bienestar y la salud del caballo de granja, es indispensable incluir el tema de la desparasitación. En especial es relevante la desparasitación interna, un procedimiento veterinario que resulta clave para garantizar las mejores condiciones físicas del equino.
Los parásitos pueden hacerse presentes en el cuerpo de nuestro caballo de distintas maneras. De hecho, todos los equinos, sanos o no, tienen parásitos, ya que esta es una condición muy común en esta clase de animales. Las complicaciones inician cuando estos parásitos dañan gravemente la salud de los caballos.
El riesgo de los parásitos equinos
El peligro llega cuando se presenta una fractura en el equilibrio parasitario del ejemplar en su interior. Acerca de ello y de otros asuntos relacionados con la desparasitación del caballo comentaremos más en las líneas que siguen.
Los parásitos alteran de distinta manera a los caballos en su equilibrio físico. Habitualmente producen intensos cólicos equinos, aunque también pueden producir pérdida de peso, anemia, diarreas e incluso la defunción del animal. Esto con respecto a los parásitos internos.
Cómo actúan los parásitos equinos externos
En lo tocante a los parásitos externos son capaces de producir graves enfermedades como, por ejemplo, la piroplasmosis equina. Esta última es ocasionada por microorganismos como el Theileriaequi y el Babesiacaballi.
Cómo hemos podido comprobar, las enfermedades ocasionadas por los parásitos pueden llegar a ser sumamente delicadas. Por lo tanto, se hace indispensable aplicar el mejor procedimiento desparasitante tanto interno como externo, ya que de ese modo lograremos prevenir variadas enfermedades.
Cómo funciona la desparasitación interna
Vale la pena dedicarle más comentarios a la desparasitación interna. Como hemos comentado anteriormente es hasta cierto punto normal que los equinos tengan parásitos en el interior de su cuerpo. Estos entes parasitantes, ya sea que se presenten a manera de huevos o larvas, se encuentran en la hierba, el agua y los pastos. Por este motivo, la ingesta es habitual y la llegada de los parásitos a los organismos de los ejemplares es bastante difícil de impedir.
Tales parásitos prosiguen su desarrollo en los intestinos de los equinos. Posteriormente se reproducen y son expulsados por los caballos, acompañados de innumerables huevos. Tal proceso se transforma en un auténtico ciclo que es preciso romper justamente con la desparasitación.
Ahora bien, se habla mucho acerca de la desparasitación de los equinos, sin embargo, hay que tener presente que no todos los casos de animales parasitados son idénticos. Una cuestión importante es determinar el tipo de parásito y el modo en el que debe ser atendido el problema. Para ello, es aconsejable solicitar el apoyo del veterinario, especialista que será capaz de identificar al parásito y también sabrá que producto desparasitante que deberá utilizarse.
Cómo examina el veterinario a los caballos con parásitos
También es positivo tomar una muestra de heces fecales de los caballos y enviarla al veterinario para que determine el tipo de parásito del que se trata por medio de análisis especializados.
Es tiempo de comentar acerca de los principales parásitos internos que se deben combatir para garantizar la salud del caballo.
Los áscaris son gusanos de largo cuerpo que aparecen principalmente en el intestino delgado de los jóvenes caballos, pudiendo ser los causantes principales de graves enfermedades. Los huevos de este parásito son expulsados por medio de las heces ya que pueden desarrollarse en el ambiente externo.
Posteriormente son ingeridos de nueva cuenta por el caballo y así logran transportarse por entre el hígado, los intestinos, los pulmones y la tráquea de los equinos.
Algunos de los principales parásitos de equinos
También destacan los estróngilos, los cuales son gusanos de gran tamaño. Las larvas de los estróngilos son execradas y demoran aproximadamente dos semanas en completar su desarrollo. Una vez que el caballo ingiere estos gusanos, los parásitos llegan al hígado y al intestino, con lo cual pueden presentarse distintas enfermedades. Al llegar a su plena adultez, el estróngilo puede afectar al intestino grueso y así causar distintos problemas en la salud del animal, como, por ejemplo, anemia y hemorragias.
Otro parásito que se presenta con gran frecuencia en los caballos es el gasterophilus. Se trata de un parásito que proviene de las larvas de la mosca, mismas que se posicionan en las pezuñas de los caballos y también, tras ser ingeridos, llegan al estómago. No suelen presentarse graves complicaciones en el caballo con la presencia de este parásito salvo algunas úlceras que pueden ser atendidas sin problemas por el veterinario.