Cuando pensamos en ovejas, muchos imaginan simpáticos animales de pelaje blanco y esponjoso, pastando en verdes praderas y llenándonos de ternura. Pero hay algo menos obvio que suele pasarse por alto: el papel crucial que juega el corte periódico de su lana en su salud y bienestar.
Más allá de la imagen de tranquilidad que nos ofrecen, las ovejas requieren cuidados específicos que aseguren su calidad de vida y las protejan de enfermedades. Aquí te contamos por qué cortarles la lana con regularidad es tan importante para mantenerlas sanas, felices y libres de molestias.
La lana y las ovejas: una relación compleja
Para muchas razas de ovejas, especialmente las productoras de lana como la Merino, el crecimiento de su lana no se detiene por sí solo. Esto las convierte en un caso especial dentro del reino animal, ya que su pelaje sigue acumulándose año tras año, sin desprenderse de manera natural como sucede en otros mamíferos.
Este crecimiento continuo es tanto una bendición como un desafío. La lana densa, si no se controla, puede transformarse de una capa de protección natural en una fuente de problemas, generando condiciones adversas que afectan directamente su salud.
Las ovejas de razas salvajes o menos especializadas suelen perder su lana en primavera, cuando el calor empieza a ser más intenso, como parte de un proceso natural de adaptación. Sin embargo, las razas domesticadas seleccionadas para producción de lana han perdido esa capacidad y dependen completamente del ser humano para mantener su pelaje en niveles saludables. Si la lana no se corta, el animal puede llegar a tener hasta 20 kilos de lana acumulada, lo que trae serios riesgos de salud.
Los problemas de salud asociados con la lana excesiva
Imagina usar una gruesa capa de abrigo durante todo el año, sin importar la temperatura. Para una oveja, este abrigo puede convertirse en un problema serio cuando la lana se acumula demasiado:
Golpe de calor: Durante los meses de calor, la lana actúa como un aislante que impide que el cuerpo de la oveja libere el exceso de temperatura. Esto puede llevar a un golpe de calor, una condición en la que el organismo alcanza una temperatura tan elevada que no puede regularse, poniendo en riesgo la vida del animal.
Parásitos: La lana espesa y densa es un hogar ideal para parásitos como pulgas, garrapatas y piojos. Estos insectos encuentran en el pelaje un refugio perfecto, lo que facilita su reproducción y el contagio de enfermedades que pueden afectar gravemente la salud de las ovejas.
Infecciones en la piel: Cuando la lana está demasiado densa, se crea un ambiente húmedo entre la piel y el pelaje que favorece la aparición de infecciones bacterianas y fúngicas. Estas infecciones no solo causan incomodidad y picazón, sino que pueden derivar en enfermedades cutáneas dolorosas, como dermatitis, que afectan la calidad de vida del animal.
Beneficios del corte periódico de la lana
El esquilado, o corte de lana, es más que una simple cuestión estética o práctica; es una necesidad de salud. Mantener la lana a un nivel adecuado permite que las ovejas vivan en un estado óptimo, evitando problemas que podrían afectar su bienestar.
Regulación de temperatura: Al cortarles la lana, las ovejas pueden regular mejor su temperatura corporal. Esto es particularmente importante en primavera y verano, cuando el calor es más intenso. Un cuerpo más fresco se traduce en menos riesgo de sufrir golpes de calor y, en consecuencia, en una mayor vitalidad para las actividades diarias.
Reducción de parásitos: Sin una lana excesiva, es mucho más fácil detectar y eliminar parásitos en el pelaje de la oveja. Al reducir la densidad de la lana, disminuye el riesgo de infestaciones y se facilita la detección temprana de parásitos antes de que se conviertan en un problema mayor.
Mejora en la salud de la piel: Al permitir que la piel respire y se mantenga seca, se previenen infecciones y se promueve un ambiente menos favorable para bacterias y hongos. Esto no solo evita enfermedades, sino que también mejora el aspecto y la comodidad general del animal.
¿Con qué frecuencia es necesario esquilar a las ovejas?
La frecuencia del corte de lana depende de la raza de la oveja, el clima y la producción de lana de cada animal. Como regla general, se recomienda esquilar al menos una vez al año, idealmente en primavera, cuando empieza el calor y el cuerpo de la oveja agradece deshacerse de esa “capa extra”. Sin embargo, en regiones cálidas o en razas con una lana especialmente densa, puede ser conveniente repetir el esquilado en otoño.
El proceso de esquilado: más allá de cortar la lana
Esquilar no solo consiste en quitar el exceso de lana. Este proceso debe realizarse con el máximo cuidado para evitar daños en la piel y estrés en el animal. Aquí algunos puntos clave:
Herramientas adecuadas: Usar herramientas diseñadas específicamente para esquilar evita accidentes y permite un corte limpio y seguro. Las máquinas de esquilar son la opción preferida, ya que cortan de manera uniforme sin lastimar la piel de la oveja.
Revisión previa y post-esquilado: Antes y después de esquilar, es importante revisar el estado general de la piel de la oveja en busca de heridas, irritaciones o zonas sensibles. Tras el esquilado, se recomienda vigilarla para asegurarse de que esté cómoda y en un ambiente adecuado, especialmente si ha quedado expuesta al clima.
Un momento para revisar su salud general: El esquilado es también una buena oportunidad para evaluar el estado general de la oveja, observando sus pezuñas, ojos y estado de ánimo. Esto ayuda a detectar cualquier otro problema de salud que pueda necesitar atención.
Ovejas felices gracias al esquilado
La práctica del esquilado va más allá de obtener lana de calidad; es una acción de responsabilidad y cuidado hacia las ovejas. Al cortarles la lana, garantizamos su bienestar, su protección contra enfermedades y su comodidad. Las ovejas esquiladas no solo están más saludables, sino que también son más felices, al estar libres de molestias que pueden afectar su vida cotidiana.
La próxima vez que veas una oveja, recuerda que su esponjosa lana no es solo una característica de su apariencia, sino una parte fundamental de su salud. ¡Cuidemos a las ovejas para que sigan siendo esos maravillosos animales que enriquecen nuestra vida!