Conservar con vida y con perfecta salud a los corderos apenas nacidos se perfila como uno de los retos más importantes para quienes atienden una explotación pecuaria.
Uno de los planes de acción más eficientes para conseguir éxito en esta medida de salubridad animal es cerciorarse que los animales reciben la cantidad idónea de calostro durante las primeras horas de su vida.
No deben ser subestimados, bajo ninguna circunstancia, los efectos del calostro en la salud de los corderos más jóvenes.
La relevancia del calostro para la salud del cordero
Se trata de la primera leche producida por las ovejas tras el parto de su cría. Es el calostro, mismo que incluye un alto grado de anticuerpos contra numerosos y variados elementos infecciosos.
Justo después del nacimiento del cordero, el animal se ve en riesgo de contagio por los muchos agentes infecciosos que se hacen presentes en el entorno, en otros ejemplares e incluso en su propia madre.
Al carecer de protección para enfrentar a estos agentes infecciosos, la cría puede caer enferma y terminar por perder la vida. Tras nacer, el cordero carece de defensas naturales para enfrentar a los mencionados gérmenes. Ello se debe a que los anticuerpos presentes en el torrente sanguíneo de la oveja no tienen la capacidad de ir más allá de la placenta.
Por qué es indispensable el consumo de calostro para los corderos
No obstante, los indispensables anticuerpos se encuentran concentrados en el calostro de las vacas. Al consumir este líquido natural, las crías aprovechan una eficaz fuente de proyección inmunológica ante numerosas problemáticas respiratorias o intestinales.
Ahora bien, la acción de vacunar a las ovejas antes del parto contra enfermedades como el tétanos y la enterotoxemia son es muy importante, puesto que de este modo el calostro incluirá los anticuerpos necesarios para combatir con graves enfermedades que afectan a la salud del cordero.
Cuáles son los corderos que precisan más consumo de calostro
En términos generales, cualquier cordero apenas nacido precisa de calostro. Posiblemente estos jóvenes animales pudieran sobrevivir sin consumir este líquido materno en un entorno lo más posible carente de gérmenes, pero las probabilidades de que las crías enfermen y puedan fallecer es mucho más elevada en aquellas crías que no consuman calostro.
Aunado a esa valía natural del calostro, también les brinda la energía suficiente para que los corderos logren conservarse calientes. El riesgo de una elevada susceptibilidad a las infecciones se extenderá por lo menos hasta las seis u ocho semanas de vida de la cría. Por lo tanto, es posible afirmar que el consumo de convenientes cantidades de calostro se presenta como algo indispensable para los corderos en general.
El consumo de calostro en las poblaciones de corderos
Lo mejor sería dejar que los corderos consumiesen el calostro de sus madres lo más pronto que se pueda, ya que las crías de oveja tienen un especial instinto para mamar de sus madres, con gran fuerza, apenas tras nacer. En muchos casos es posible ayudar a una cría para que consuma calostro de su madre inclusive antes de que su madre logre despertarse.
Es muy importante que las crías ingieran el calostro a lo largo de las primeras veinticuatro horas después de haber nacido. Con ello se garantizará la mejor absorción de los anticuerpos presentes en el calostro. Es importante señalar que el calostro deberá ser ofrecido a la cría con un biberón en caso de que el joven animal no pueda ingerirlo de otra manera.
Importancia de la fuente del calostro
Ahora bien, la procedencia idónea de un complemento basado en el calostro para ser ofrecido a las crías ovinas es la de una oveja plenamente sana y que pertenezca a esa misma población. Las hembras de mayor edad en el rebaño, al haber estado expuestas a una mayor cantidad de elementos infecciosos, producirán un calostro con una concentración más considerable de anticuerpos.
Además, el calostro obtenido de estos animales, es capaz de proteger a las crías de una variedad mayor de enfermedades. Por otra parte, el calostro procedente de cabras o vacas lecheras, puede ser usado en caso de no contar con calostro de oveja para la nutrición de las crías, siempre siguiendo las indicaciones de un veterinario con experiencia.