Comprender lo que quiere decir un perro, tratar de entender lo que nos quiere comunicar con su lenguaje corporal es algo prioritario. Si bien garantizar el bienestar de nuestros perros siempre ha sido un tópico de gran relevancia para cualquier propietario de mascotas, en años recientes ha ganado más relevancia el tema de la comunicación con los animales de compañía y el pleno descanso que tengan.
En cuanto a esto último, las camas de los perros son de gran importancia para el reposo de estos animales, tanto como lo es este elemento para las personas. Por supuesto, los canes pueden dormir sin problemas en el piso, en el sofá o en cualquier otro espacio de la casa, pero por supuesto que ellos agradecerán tener una cama para exclusiva para su descanso.
¿Por qué ladra mi perro?
En lo que se refiere a las razones por las que un perro puede ladrar hay algunos aspectos que debemos tener presentes. Los canes por lo general le ladran a las personas que pasan por la calle, ladran como una manera de saludo, ladran para pedir alimento y también cuando tienen alguna necesidad especial, como satisfacer el hambre o la sed. Por lo tanto, resulta un verdadero desafío averiguar por qué ladra un perro mascota y cómo poder controlar esos ladridos.
Debemos tener presente algo importante: los perros emiten ladridos para atraer la atención. De modo que debemos atender las causas que han motivado esos mismos ladridos y ofrecerle al perro los cuidados que está solicitando si eso es lo conveniente. Si acaso los ladridos de los perros no están plenamente justificados hay que tomar otras medidas.
Cómo controlar los ladridos del can
Sin embargo, para que el can no se malacostumbre en ocasiones no hay que prestarles atención a los ladridos del animal y no hay que ofrecerle alimento hasta que cese con esos sonidos. Si bien esto puede ser complicado en los primeros días tras haber iniciado con esta medida disciplinaria, a la postre, lograremos la meta deseada.
En cambio, si ladra a las personas que acuden a la casa lo mejor será no abrir hasta que se calle. Los ladridos que emite al jugar con otros perros son más complicados de controlar. Para ello será necesario contar con el apoyo de un adiestrador profesional. Lo ideal será no permitir que el perro juegue con otros canes si no deja de ladrar.
Es indispensable comenzar con esta clase de adiestramiento desde cachorros. Nos podrá resultar gracioso cuando el pequeño perro emite sus primeros ladridos, pero no debemos acostumbrarlo a que vamos a acudir a atenderlo de inmediato. No es sencillo disciplinar a un cachorro en este sentido, pero a la larga y teniendo suficiente constancia se puede lograr la meta deseada.
¿Por qué mueve la cola un perro?
Finalmente conviene mencionar algo acerca de los movimientos de cola que tienen los perros. La cola es la parte corporal más expresiva de los canes. Es un elemento que nos señala la reacción del perro ante otras personas o ante otros perros con los cuales interactúe.
Los movimientos de cola que realiza el perro son plenamente instintivos, lo mismo que sucede con nuestras expresiones faciales como medios para revelar las emociones que nos embargan. De entre los movimientos de cola más frecuentes que manifiestan los canes hay que destacar los siguientes: cuando la cola está muy erguida esto es una señal de autoridad; cuando el animal tiene la cola entre las patas esto es señal de miedo o de mucho temor; si la cola está levantada de manera horizontal esto nos revela que el perro está demostrando un gran interés por algo y cuando se muestra el perro con la cola relajada o en posición baja, esto acontece cuando el animal se encuentra fatigado tras una jornada de intensa actividad y muchos juegos.
Si nuestro perro mueve su cola en círculos, esto se relaciona con una gran excitación, en especial cuando el can tiene muchas ganas de jugar. También puede mover así la cola cuando el animal desea llamar la atención. En cuanto a la cola del perro en movimiento pendular, es decir, cuando está baja y oscilante, esto puede estar relacionado por la ansiedad del animal por reunirse con su dueño, o bien, por demostrar impaciencia por distintas causas.