Tras el alumbramiento, el calostro es la primera secreción de la glándula mamaria de la vaca y tiene una función dual en el joven ejemplar. Primero como recurso nutricional y a continuación como elemento defensivo para preservar la salud de los terneros.
Por otro lado, el calostro se presenta como la fuente primera de nutrientes para el ternero recién nacido, ya que le aporta al ejemplar una serie de elementos de gran valor alimenticio: minerales, vitaminas, lactosa, ácidos grasos, aminoácidos, ácidos grasos y proteínas.
Aportes nutricionales de calostro para los terneros
De allí que los aportes nutricionales que le proporciona el calostro al ternero sean básicos para el correcto desarrollo de su metabolismo. Adicionalmente, el calostro proporciona al ternero numerosos compuestos biológicos de los llamados “activos”, como, por ejemplo, elementos como la lactoferrina, factores de crecimiento, hormonas, insulina y varios más.
En cuanto al potencial defensivo del calostro frente al entorno externo en el que se desenvolverá el ejemplar cotidianamente, este líquido materno proporcionará al ternero valiosas proteínas denominadas como inmunoglobulinas, anticuerpos o gamma-globulinas.
Potencial inmunológico del calostro para las crías bovinas
Los anticuerpos asimilados por el ternero a través del calostro tienen la función de combatir a los microorganismos presentes en el medioambiente y neutralizar los daños que podrían propiciar en la salud de los bovinos.
Algunas conclusiones tempranas a las que podemos llegar tras haber manifestado la importancia del calostro en los bovinos recién nacidos son las siguientes:
Resulta muy importante administrar correctamente el calostro, tanto en lo que se refiere a su cantidad, como a la calidad de este líquido materno. Por lo consiguiente, es también indispensable ofrecerles puntuales cuidados a las madres a lo largo de la etapa de preparto.
No hay mejor tratamiento para los terneros que la ingestión de calostro, para prevenir la mayoría de las enfermedades que son capaces de afectar a los bovinos durante sus primeros días de vida.
La verdad es que la ingestión de calostro es básica para la supervivencia de los jóvenes ejemplares y la salud de los terneros apenas nacidos.
El primer alimento que deben de consumir los jóvenes terneros es el calostro y tiene tres funciones elementales: ofrecer un elemento defensivo al ternero recién parido durante los días iniciales de su vida, frente a los posibles ataques de microorganismos gracias a su gran carga de anticuerpos; aportar energía suficiente para combatir problemas como la hipotermia, por su considerable valía energética, y en tercer lugar, mejorar las condiciones del tracto intestinal del joven ejemplar.
Esto último se consigue principalmente por su considerable contenido en sales de magnesio con propiedades laxantes.
Necesidades nutricionales e inmunológicas de las crías bovinas
Cabe destacar que los terneros apenas nacidos nacen sin contar con inmunoglobulinas en su suero sanguíneo, esto quiere decir que nacen sin anticuerpos suficientes como para combatir a las principales enfermedades que afectan a los bovinos en las granjas y criaderos.
¿Por qué se presenta esta circunstancia, esta grave carencia de defensas naturales?
Lo anterior se relaciona con que los bovinos cuentan con una placenta de tipo epiteliocorial, misma que forma una suerte de barrera que impide el paso de los anticuerpos desde la hembra hacia su cría. Tal condición hace que los terneros apenas nacidos dependan por entero de los anticuerpos que reciben por medio del calostro materno.
Al recibir el calostro, en tanto que este producto natural sea de la mejor calidad y que sea ofrecido en la cantidad necesaria a la cría, se puede disminuir patentemente la mortalidad de los terneros, lo cual se perfila como una frecuente problemática en las granjas y criaderos bovinos de nuestro tiempo.
Riesgo de mortalidad en las poblaciones bovinas de granjas y criaderos
Los terneros que carecen de calostro o los que lo asimilan en cantidades poco adecuadas de anticuerpos, son los que resultan más susceptibles de experimentar infecciones relacionadas con bacterias como la enterotoxemia, la enteritis y la septicemia.
La administración del calostro a las crías puede realizarse por medio de una sonda esofágica o con una botella con chupón.
Esta última vía de administración es la más aconsejable, puesto que con este mecanismo el productor pecuario constata que la cría reciba el calostro en cantidades suficientes, siendo además el procedimiento más higiénico para ello.