En los consultorios veterinarios con frecuencia se atienden complicaciones dermatológicas en las mascotas, enfermedades que causan numerosas preocupaciones para sus propietarios. En el caso de los perros, el papiloma canino es una enfermedad de las membranas mucosas y de la piel de los canes. Y si bien las señales del papiloma son patentes al acariciar al animal o a simple vista, quienes cuidan a esas mascotas afectadas no siempre tienen plena conciencia del riesgo que implica una enfermedad como la mencionada.
Para las personas que hayan advertido una o varias verrugas en ciertas zonas corporales de su mascota y no sepan que podría causarlas, conviene conocer más o mejor acerca del papiloma en los canes, lo que produce esta enfermedad, los principales síntomas que tiene y el tratamiento veterinario que amerita.
En qué consiste el papiloma canino
Se presenta como una de las enfermedades virales más importantes en los perros. Tiene como agente propiciador el virus del papiloma. Es una enfermedad que se manifiesta a través de tumores dermatológicos, casi siempre benignos. Por lo general se presenta en los canes y en muy raras ocasiones en los gatos. La principal vía de transmisión del papiloma canino es el contacto entre animales infectados o por medio de la sangre o la saliva.
Basta con el intercambio de un juguete o compartir un bebedero o comedero para que se difunda el virus del papiloma entre diferentes perros. Ahora bien, a la cuestión relacionada con el posible contagio del papiloma canino en humanos, la respuesta es cien por ciento negativa. Estamos hablando acerca de una enfermedad particular de cierta especie, lo cual quiere decir que únicamente los perros pueden contagiarse de esa enfermedad y no puede difundirse a mininos o humanos.
El periodo de incubación del virus del papiloma
Es momento de mencionar el tiempo de incubación que tiene el virus del papiloma, periodo que puede ir de los treinta a los sesenta días. De hecho, un perro puede estar contagiado de esta enfermedad en la piel y no dar señales de ello hasta que se cumplan dos meses de incubación.
Y si bien el virus del papiloma no se esparce con más facilidad en ciertas razas caninas, sí causa más estragos en perros con un sistema inmunológico más bien débil, como es el caso de los cachorros, perros de avanzada edad o animales debilitados al padecer otras enfermedades.
Principales características del papiloma canino
En última instancia, ¿qué son los papilomas? Básicamente se trata de verrugas de cierto tamaño, es decir, formaciones cutáneas que son parecidas a coliflores. La consistencia de los papilomas suele ser duradera y su color bastante variado: en ocasiones negro, rosa o grisáceo. Con una rugosa superficie y una irregular forma, las verrugas en cuestión pueden concentrarse en ciertas zonas corporales o presentarse como multifocales.
De entre los síntomas principales del papiloma canino hay que mencionar los siguientes: dolor, hemorragias, úlceras, salivación en exceso, obstrucción de la faringe, complicaciones para tragar y mal aliento.
En el caso de que las verrugas se concentren en los ojos, pueden causar dolor, parpadeo demasiado frecuente, conjuntivitis y disminuir la agudeza visual de esa mascota.
Tratamientos posibles para atender el papiloma canino
Con respecto al tratamiento para atender el papiloma en los perros es preciso señalar que no hay un medio veterinario enfocado en contener este problema. Habitualmente los papilomas se desprenden de la piel de los perros luego de algunas semanas. No obstante, tal y como sucede con respecto al papiloma en los seres humanos, puede volver a manifestarse tras haber pasado algunos meses.
Esto suele acontecer aproximadamente a los seos meses tras haberse presentado la infección y pueden durar hasta un año antes de que el ciclo se repita.
La cura del papiloma canino
Como hemos comentado, no hay una cura definitiva para el papiloma canino hasta la fecha, pero siempre contando con el apoyo de un veterinario es posible aplicar algunas medidas estética o cosméticas, siempre buscando optimizar el bienestar corporal del perro. Es entonces que podemos optar por tratamientos como la inmunoterapia, crioterapia, quimioterapia, la cirugía o el uso de medicamentos como el interferón o la azitromicina, aunque solo si el veterinario así lo decide y recomienda.