El problema de los piojos en las aves de corral

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Uno de los parásitos más nocivos para las aves de corral es el ácaro rojo, no obstante, también es de alto riesgo el problema de las infestaciones de piojos.  Se trata de una enfermedad de tipo parasitario frecuente de hallar en las gallinas. Para los responsables de negocios pecuarios es muy importante detectar esos casos en tiempo y forma, puesto que, de no hacerlo, los estragos en los animales afectados pueden llegar hasta la muerte de tales ejemplares.

Conviene conocer cómo se presenta el problema de los piojos en las gallinas, cuáles son los síntomas que tiene, cómo se deben encarar y de qué manera es posible eliminar esos parásitos de manera eficaz, siempre con la asesoría de un veterinario experimentado.

Cómo detectar la presencia de piojos en las gallinas

Son varias las enfermedades que pueden afectar a las aves de corral. Es una circunstancia que hace necesaria la periódica revisión del cuerpo de nuestros ejemplares, especialmente en los meses de más elevadas temperaturas. Es justo en esos calurosos periodos en los que los piojos proliferan con más facilidad. Para detectar a este tipo de parásitos si está presente en una gallina, hay que revisar detenidamente debajo de las plumas.

También hay que considerar la presencia de roedores y otra fauna silvestre que habiten en las proximidades de los gallineros o que consigan introducirse a ellos. Son intrusos que constituyen una importante fuente de infestaciones parasitarias para las aves de corral. Es preciso utilizar todos los recursos posibles para impedir que animales extraños penetren a los gallineros.

Cómo afectan los piojos a las aves de corral

Para comprender la manera en la que los parásitos actúan al afectar a gallinas, pollos, pavos, gallos, etc, es necesario comparar este caso con las infestaciones de ácaros. Estos últimos pueden perdurar tanto en los cuerpos de las aves como en el ambiente donde las aves habiten. Ese es el caso del ácaro rojo, mismo que se alimenta de la sangre de las gallinas.

En contraste, tenemos a los piojos de las gallinas, los cuales solo puede hallársele en el cuerpo de las aves. Los piojos son insectos que no tienen alas, que tiene aplanado el cuerpo y redondeada la cabeza. El color de estos parásitos es gris, negro y amarillo y se alimentan de costras, sangre, piel muerta y plumas. El ciclo de vida del piojo de la gallina dura seis semanas. Los huevos de piojo son detectables en la parte baja de las plumas y habiendo llegado a la adultez pueden vivir durante meses.

Síntomas de infestaciones de piojos en las gallinas

No es sencillo identificar si alguna gallina tiene problema de piojos o de parásitos externos en general. No obstante, hay algunos indicios que pueden revelarnos esta condición. Por ejemplo, si se presenta una menor puesta de huevos; si el desarrollo corporal de una joven gallina no es el normal; si se advierte un patente adelgazamiento, o incluso si se presenta mortandad en los ejemplares más afectados. Otros síntomas de la presencia de piojos en el cuerpo son el rascado o picoteo en las áreas de la piel afectadas y zonas decoloradas del cuerpo como el pecho y la cola del animal.

Cómo combatir la presencia de piojos en las gallinas

En las tiendas de productos para animales se comercializan productos especiales antiparasitarios, como es el caso de la permetrina. No obstante, la utilización de este producto debe ser siempre indicada por un veterinario, ya que es este especialista quien debe determinar la dosis y la frecuencia con la que se debe usar. Por lo general, suele ser precisa más de una aplicación de este producto, el cual se expende en presentación líquida o en polvo. La permetrina y algunos otros productos antiparasitarios para aves de corral deben ser aplicadas con guantes.

De la misma manera, para combatir la presencia de piojos en las poblaciones de gallinas es preciso desinfectar con la debida frecuencia los gallineros y los habitáculos de las gallinas. Y si bien en el ambiente, es decir, lejos del organismo parasitado, los piojos no pueden vivir, tener espacios aseados en granjas y criaderos nos permite evitar la aparición de otras variedades de parásito que podrían ser de negativas consecuencias cuando la gallina se encuentra más debilitada, con las defensas naturales más ineficaces, por la infestación de piojos.

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