Es cierto que no son sencillos de detectar de un solo vistazo. Se trata de los calambres en los canes, los cuales son más frecuentes de presentarse de lo que se suele pensar. Es más habitual que los padezcan los canes deportistas. Y es que estamos ante un problema físico ligado a lesiones y traumatismos producidos por una ejercitación física excesiva.
Así también, los calambres suelen presentarse en los canes de edad avanzada por el normal desgaste de sus músculos. Tal proceso degenerativo es algo asociado directamente con la dinámica del envejecimiento.
En numerosas ocasiones tenemos en mente a los calambres como una complicación de moderadas consecuencias. No obstante, los espasmos no voluntarios en los canes son capaces de generar intensos dolores y también menguar bastante el bienestar corporal y la calidad de vida de los perros que los padecen.
En ciertos casos, incluso la movilidad del perro puede verse comprometida por los ataques de calambres que lo agobien.
Comprendiendo la ocurrencia de calambres en los perros
Hablar acerca de los calambres en el can es hacerlo acerca de una cierta variedad de espasmo muscular que se presenta de súbita manera. Teóricamente cualquier músculo del can podría verse dañado por los calambres, sin embargo, suelen presentarse con más frecuencia en las extremidades del animal.
Ciertamente hay dolorosos espasmos en el perro que son indoloros e involuntarios, aunque ese no9 es el caso de los calambres, en tanto que pueden ser bastante dolorosos. En algunas ocasiones tales ataques hacen que el animal no sea capaz de moverse durante minutos enteros.
Cuáles son los principales síntomas de los calambres en los perros
La duración e intensidad de la sintomatología que un can acalambrado exhiba dependerá en mucho de la intensidad de estos dolorosos espasmos. Por lo demás, los calambres en los canes se presentan con síntomas como los siguientes: dolores musculares en ocasiones bastante agudos, poca capacidad para movilizarse y eventos de rigidez muscular.
En los ataques de mayor severidad el can puede terminar colapsado al grado de sufrir de convulsiones. Si bien esta clase de eventos no son tan frecuentes de acontecer.
Cuáles son las principales causas de los calambres en los canes
Tal y como señalamos previamente, la causa más importante de calambres en los perros suele ser el ejercicio excesivo, o también si el animal ha efectuado de modo incorrecto cierta dinámica física.
En eventos de esfuerzo excesivo, los músculos del perro experimentan tensiones desmedidas, lo cual, eventualmente puede llegar a producir espasmos no voluntarios en el cuerpo del can.
Más allá de lo anterior, también hay otros posibles factores productores de calambres en los perros, como, por ejemplo, estrés crónico, lastimaduras en la espalda o en las patas del animal, deshidratación, convulsiones, diferentes enfermedades degenerativas y complicaciones en la circulación sanguínea.
Cómo actuar si nuestro perro sufre de calambres
Será la intensidad de los calambres que agobien a un perro lo que determinará el posible tratamiento que recomiende el veterinario. Por lo anterior, siempre será recomendable acudir a la clínica veterinaria para que sea el especialista quien examine al perro y evalúe las complicaciones musculares que padezca esa mascota.
Ahora bien, si un can se encuentra saludable, si está bien entrenado y ha experimentado un leve calambre luego de una dilatada jornada de ejercitación física, lo más seguro es que los calambres únicamente duren apenas minutos.
Lo mejor en tales circunstancias es detener de inmediato tal actividad, hacer que nuestro perro tenga una adecuada hidratación y realizarle unos masajes gentilmente en las extremidades para optimizar la oxigenación de los miembros acalambrados. Tal es una posible vía para mitigar la rigidez de los músculos y ayudar al perro para que recupere su plena movilidad.
Si se capta que el animal experimenta problemas de deshidratación, lo mejor es preparar un suero casero para canes con esta complicación, con el propósito de que nuestra mascota recupere los adecuados niveles de electrolitos y de líquidos en su organismo. No obstante, esta medida debe de llevarse a cabo siempre siguiendo las recomendaciones del veterinario.
Y si bien las atenciones veterinarias urgentes no son indispensables en los eventos de leves calambres, lo más aconsejable es revisar la situación con un experimentado especialista para que evalúe la salud integral de nuestra mascota y así descarte que exista alguna lesión por desmedido esfuerzo físico.