Las estrategias de producción de carne vacuna han experimentado importantes transformaciones en los años recientes. Una de las particularidades que han experimentado es que en la actualidad, en las grandes instalaciones pecuarias de nuestro tiempo concentran una gran cantidad de ejemplares bovinos, ovinos o caprinos.
En tales unidades de producción pecuaria son ubicados muchos animales de distintas procedencias (variados criaderos y granjas) y por lo consiguiente, los riesgos de que se presenten variados contagios o enfermedades es mayor.
El problema es que si bien la modernización de los sistemas de producción pecuaria han mejorado el rendimiento de estos emprendimientos, por otra parte, han propiciado que se manifiesten en estos espacios de concentración animal diferentes enfermedades.
Para combatir de manera más eficaz estas complicaciones sanitarias en granjas y criaderos, lo mejor es obtener la información más completa acerca de esas enfermedades.
La neumoenteritis y los animales de cría
En el apartado de los problemas de salud que más se presentan en los animales de granja debemos mencionar el complejo patológico de la neumoenteritis.
Hablar de la neumoenteritis es hacerlo acerca de un conjunto de enfermedades que engloban complicaciones en los sistemas digestivo y respiratorio de los ejemplares. Y si bien los animales adultos pueden ser afectados por la neumoenteritis, con mayor frecuencia son los terneros los que experimentan un mayor daño por la manifestación de tal enfermedad.
Sintomatología relacionada con la neumoenteritis
Como agentes causantes de la enfermedad mencionada es posible identificar muchos y muy variados, como, por ejemplo, parásitos broncopulmonares, bacterias, mycoplasmas, bedsonias y virus.
No es sencillo diferenciar los síntomas asociados a distintos microorganismos que participan en la manifestación de la enfermedad. En ocasiones prevalecen señales relacionadas con el aparato respiratorio y en otras se presentan principalmente indicios relacionados con el aparato digestivo.
Por lo general los bovinos afectados por la neumoenteritis suelen exhibir los primeros síntomas entre las semanas tercera y séptima de vida. De inicio, acontece un incremento de temperatura que no suele rebasar los cuarenta grados centígrados, así como también una apariencia general de abatimiento. En este sentido, los ejemplares lucen tristes y con una mala apariencia.
Más adelante, los ejemplares también padecerán de secreciones nasales, intensas diarreas, una permanente sed, reducción de las ganas de alimentarse y conjuntivitis, entre otros varios síntomas.
Factores vinculados a la aparición de neumoenteritis en granjas y criaderos
De entre las adversas circunstancias que son más habituales de hallar en criaderos y granjas y que explican en buena medida los contagios de neumoenteritis entre los terneros, hay que destacar la variada procedencia de los ejemplares.
En efecto, cada ternero, por medio del calostro principalmente, obtiene de su madre la más importante fuente de anticuerpos posible. Tales defensas naturales son defensas eficaces contra los agentes que producen la mencionada enfermedad y con los cuales la madre ha tenido contacto alguna vez.
Tal protección bastará, desde una perspectiva global, para que los terneros apenas nacidos tengan un adecuado equilibrio con el entorno en donde habitan. En otras palabras, el calostro le permite a la cría bovina mantenerse sano hasta cierto punto y de modo plenamente natural.
Circunstancias que debilitan las defensas naturales de los bovinos
Otra circunstancia que debe ser atendida con respecto a esta problemática es la transportación de los terneros. Los traslados de los animales desde sus lugares de origen hasta sus áreas de destino es algo dilatado y bastante incomodo para los bovinos.
Las malas condiciones de transportación implican un factor suficiente para reducir en buena medida las defensas naturales del bovino.
Los microorganismos que provocan la neumoenteritis hallan las condiciones perfectas para despertar agresividad y virulencia en los organismos de los ejemplares ya débiles por la fatiga de la transportación. Y todo ello se deriva de un inadecuado manejo animal.
El deficiente manejo animal como propiciador de la neumoenteritis
Condiciones desfavorables como el hacinamiento en los vehículos de transportación, el frío o el calor a que los ejemplares se ven sometidos durante los trayectos y las tensiones que deben de soportar para conservar el equilibrio durante los traslados, son circunstancias que ponen al límite la resistencia de los bovinos.
La sed que en muchos casos los aqueja es otra problemática que propicia que los ejemplares sean más propicios a padecer enfermedades vinculadas a la neumoenteritis.