La hidatidosis o equinococosis es una infección causada por cestodos pertenecientes del grupo de los Echinococcus. Se trata de gusanos de pequeño tamaño (más específicamente, con solo unos milímetros de longitud). Hasta la fecha han sido detectadas cinco variedades de Echinococcus, las cuales son capaces de infectar a numerosos animales silvestres y domésticos. Cabe añadir que la hidatidosis se perfila como una zoonosis, esto quiere decir, que se trata de una problemática de salud animal que también logra afectar a las personas.
Tal y como sucede con la mayoría de los cestodos, el ciclo de vida del Echinococcus se lleva a cabo en dos animales huéspedes. En el hospedador final, casi siempre un carnívoro, los gusanos en estado adulto se fijan a las paredes del intestino. Por lo que se refiere al hospedador intermediario, el cual puede ser cualquier mamífero incluso el humano, los gusanos estructuran quistes en diferentes partes órganos corporales.
Los quistes y el problema de la hidatidosis
Tales quistes se presentan como vesículas de lerdo crecimiento que incluyen en su interior líquido y larvas. En muchos casos tales quistas aparecen en los pulmones o en el hígado y ocasionan los síntomas más asociados a la enfermedad que aquí les comentamos.
Llamados comúnmente como quistes hidáticos, estas concentraciones de líquido y larvas actúan a manera de tumores capaces de alterar el normal desarrollo físico, limitando la producción de carne y de leche en los animales pecuarios.
Por lo que se refiere a los humanos, la enfermedad puede llegar a ser de gravedad, aunque pocas veces letal. Lamentablemente el tratamiento es caro y de larga duración. Por otra parte, en los intestinos de los animales carnívoros que son usados por estos parásitos como hospedadores definitivos, los Echinococcus son considerados como “benignos”.
Cómo se propaga la hidatidosis en el ganado ovino
Cabe mencionar que el ciclo de E. granulosis, el cestodo con mayor difusión, se presenta más entre ovejas y canes. Estos últimos se contagian al ingerir restos de cadáveres de ovinos infectados portadores de quistes. Después, los perros, al esparcir las heces en el terreno, polucionan las áreas de pastoreo y los ejemplares ovinos vuelven a quedar infectados cuando transitan por la zona para pastar. Este ciclo es muy parecido en lo que se refiere a caballos y canes, así como también en lo que respecta a los animales silvestres.
Cuáles son los principales signos clínicos relacionados con la hidatidosis
Limitados resultan los efectos adversos de los gusanos en el intestino delgado de los hospedadores finales. En las personas, la sintomatología depende del órgano en el que se formen los quistes, así como también de la cantidad de quistes y el órgano en el que se desarrollen.
Por lo que se refiere al ganado afectado por E. granulosus, por lo general se presenta una reducción del crecimiento; de la producción láctea, lanar y cárnica. Por otra parte, como los quistes se van formando con lentitud, numerosos animales infectados deben de ser sometidos a sacrificio bastante antes de que hayan exhibido algún síntoma clínico.
Control y prevención de la hidatidosis en los animales de granja
El mejor modo para prevenir los casos de hidatidosis implica cortar el ciclo vital del parásito. En lo que se refiere a E. granulosus es necesario impedir que los canes se aproximen a vísceras y restos de cadáveres de cerdos, ovejas y vacas en las proximidades de las carnicerías, mataderos y hogares campiranos.
También es aconsejable proceder a la detección de quistes inspeccionando la carne obtenida en los negocios pecuarios, principalmente en los cuales se hayan reportado infestaciones. No menos importante es vacunar a los ejemplares ovinos para obstaculizar que se desarrollen larvas de granulosus.
Por otra parte, no es sencillo lograr el pleno control de esta clase de parásito en la fauna salvaje, aunque si se restringe el acceso a desechos y se aplican estrictas normas de higiene, puede disminuirse bastante el porcentaje de infecciones en animales criados en ambientes domésticos y de posibles contagios en los seres humanos.
Un dato relevante al respecto tiene que ver con la distribución geográfica de las variedades de este parásito. En este sentido, Echinococcus granulosus es el que tiene presencia a nivel global.