Dos son los principales ambientes que se deben tomar en cuenta antes de decidirse a la adopción de un animal de compañía: la casa y el exterior. De entrada, cabe señalar que los gatos son capaces de adaptarse muy bien a cualquier medio ambiente, ya sea al interior de una casa o departamento o bien al aire libre en un patio o en un jardín. No obstante, es indispensable que ese ambiente sea tranquilo, positivo y que el animal acepte de buena manera la compañía del ser humano.
Por lo que se refiere a los perros, si se los mantiene en un departamento, deben de ser dóciles, bondadosos, sociables y de preferencia de talla pequeña o mediana. Pero también hay perros que habitan al aire libre, en jardines y patios. En este caso los canes deben de tener características muy especiales y su pelaje debe ser capaz de adaptarse a las circunstancias climatológicas que prevalezcan en el lugar.
Perros y gatos que habitan al aire libre
El espacio es un aspecto siempre importante de atender en lo que se refiere a los gatos como mascota. Estos felinos, por sus pequeñas dimensiones corporales y su capacidad de arrojar sus deyecciones en su caja de arena son excelentes mascotas, tanto para que habiten en el interior de la casa como también en exteriores.
Por otra parte, un minino de pelo largo probablemente tendrá más necesidades que un minino de corto pelambre, independientemente de que habite en una casa o en el patio de una vivienda. Los gatos machos, si no han sido esterilizados, tendrán especial interés en salir de su hogar para buscar encuentros amorosos con mininas o también como una estrategia para defender su territorio.
Las salidas nocturnas de los gatos
Es conveniente permitirle que desarrolle esta clase de salidas, las cuales son importantes para el animal, tanto a nivel mental como físico. En lo que se refiere a las hembras, se trata de animales más apacibles, más hogareñas y menos inquietas. Exhibe una tendencia a separarse menos de su hogar, por lo cual suele adaptarse sin problemas a ambientes de interior o a exteriores.
Por lo que se refiere a los canes, esta situación tiende a ser un poco más compleja. En caso de que el animal vaya a habitar en un departamento, lo mejor es que se trate de un ejemplar de raza pequeña o mediana. En este caso, resultan perfectos los perros maltés, terrier, pequinés e incluso cocker.
En cambio, si se cuenta con un jardín o un patio grande en casa, se puede tener un perro de raza más grande, como el San Bernardo, Terranoca, Bergamasco, etc.
El clima y los cuidados del perro
Es tiempo de comentar acerca del clima y el modo en el cual debemos de cuidar a nuestras mascotas, ya sean gatos o perros, con respecto a esta situación. Los gatos que habitan en un departamento no requieren de especiales cuidados con relación al clima. Los que salen de su casa o suelen mantenerse en el exterior, suelen hallar un sitio para protegerse de la lluvia o el sol extremo.
Los canes que habitan en departamentos, cuando se presenta la temporada estival, deben adecuar la temperatura de su cuerpo al medio ambiente. En las razas pequeñas esto puede lograrse sin muchos problemas, pero en lo que se refiere a los perros de mayor tamaño, es decir, los canes más corpulentos, pueden padecer un aumento excesivo en su temperatura corporal. Una señal para observar que sucede algo así es cuando el perro respira con la boca abierta.
Cuidado de los perros en el invierno
En la temporada invernal, el clima condiciona la actividad de los perros que habitan al aire libre. A aquellos canes que son más hogareños y que solo salen a la calle para realizar cortos paseos, se los puede proteger con alguna pequeña prenda de toma, una capa o un impermeable para perro que pueden adquirirse en establecimientos especializados en mascotas.
En los perros que habitan al aire libre casi todo el tiempo y cuyos hogares se encuentran en lugares muy fríos, el medio principal de protección que tienen es su pelaje y la grasa que acumulan a lo largo del otoño. De modo que resulta una buena práctica ofrecerles a los perros una dieta con mayor cantidad de calorías al comienzo de la estación más fría del año.