Con frecuencia los dueños de gatos se preguntan si sus animales de compañía padecen alguna enfermedad ya que no maúllan, no se expresan de modo alguno. Entonces, ¿cómo enterarnos acerca de lo que le sucede a nuestro gato? Los mininos son capaces de ocultar cuando sufren, ya que no emiten maullidos o sonidos de queja, pero eso no quiere decir que padezcan menos que las personas.
De modo que se debe atender correctamente al comportamiento del animal y tratar de leer en él los síntomas de que experimenta alguna enfermedad. Los expertos aseguran que los mininos cuando no se encuentran bien tratan de ubicarse en sitios aislados y confortables, además de que buscan ocultarse y limitar al máximo sus movimientos.
Cómo saber si nuestro gato se siente mal o enfermo
Pero hay más que debe tomarse en cuenta, otras acciones del gato que nos pueden revelar su condición patológica. Como habíamos comentado anteriormente, los gatos, si se sienten mal, tienden al aislamiento, pero, también pueden exhibir una gran agresividad, especialmente si se les toca en el área dolorida.
El gato llega a maullar aun cuando solo se le aplique una caricia y busca alejarse de la atención de los humanos. Si el gato experimenta dolores abdominales tiende a encoger su cuerpo, como si buscara proteger la parte afectada.
Los gatos con problemas de salud aparecen con el hocico contraído y presentan una agitada respiración. También toman menos agua y consumen menos alimento de lo normal. En algunos casos el gato intercalará cortos periodos de actividad extrema, casi llegando a lo frenético, con otros periodos de quietud, aislamiento y apatía.
Cómo identificar a un minino enfermo
No menos revelador es el modo en el que el minino olvida su limpieza, su pelambre se apelmaza y el animal tiende a lamerse continuamente el área corporal que le duele o le molesta.
En este punto, resulta valioso conocer algunos de los llamados primeros auxilios que se le pueden ofrecer a un gato mascota. Se trata de acciones que podemos realizar en situaciones de emergencia, mientras se tiene acceso al apoyo de un veterinario. De entrada, conviene saber que el pánico, en estos casos, no es aconsejable y debe ser dejado de lado. En cambio, si se tiene la calma suficiente se pueden llevar a cabo algunas valiosas acciones.
Cómo atender los golpes de calor en los gatos
En lo que respecta al llamado golpe de calor, cabe destacar que los mininos sudan muy poco y únicamente lo hacen a través de las almohadillas. Si en la temporada estival los gatos pasan tiempo en el interior del coche, la temperatura interna del animal aumenta de manera considerable. Esto puede derivar en colapsos de cierta gravedad ocasionados por los choques térmicos. Se trata de espasmos musculares, una difícil respiración y un desmayo por parte del animal.
En estos casos, hay que llevar al gato a un sitio sombreado y fresco; hay que humedecerle generosamente, iniciando por la cabeza, utilizando agua fría, para así disminuir la temperatura corporal del minino.
También es aconsejable atender al gato en estas ocasiones usando un ventilador o cualquier otro objeto que remueva el aire, genere una corriente y consiga refrescar al animal.
Cómo atender a un gato que experimente crisis convulsivas
Si el gato llega a presentar crisis convulsivas, sean cuales sean las causas- lo cual se podrá identificar con el conveniente examen físico-, hay algunas acciones que se deben de tomar. Lo primero es impedir que el gato se lesione y para ello se le debe rodear con mantas y cojines.
No hay que inmovilizar al minino ni tratar de abrirle el hocico, ya que puede rebelarse por puro instinto y lastimarse con ello. Lo que debe hacerse, en cambio, es dejar que la crisis finalice y solicitar de inmediato el apoyo de un veterinario.
Por otra parte, también se pueden presentar casos de ahogamiento. Si bien los gatos saben nadar bastante bien, los eventos de ahogamiento de estos animales suelen estar relacionados con la intervención humana. Si alguna vez acontece una situación así, hay que elevar la parte superior del cuerpo del gato con mucho cuidado. Esto es para propiciar la salida del agua. Después se cubre al minino con una manta. Lo que sigue es llevarlo pronto al veterinario para que le suministre oxígeno y los debidos cuidados.