El invierno representa un desafío para los pericos, aves que, por naturaleza, son originarias de climas cálidos. Las bajas temperaturas pueden afectar su salud y bienestar, por lo que es importante brindarles un entorno adecuado y tomar medidas preventivas que los mantengan cómodos y protegidos.
Aunque estas pequeñas aves se adaptan bien a diversas condiciones, durante los meses fríos requieren una atención especial para garantizar que sigan disfrutando de una vida saludable y plena.
Proteger a los pericos durante el invierno requiere atención, cuidado y amor. Desde garantizar un entorno cálido y una dieta adecuada hasta fomentar la actividad y prevenir enfermedades, cada detalle cuenta para mantener a estas aves felices y saludables.
Al prestarles los cuidados necesarios, no solo enfrentarán el invierno con comodidad, sino que también fortalecerás el vínculo con ellos, asegurándote de que sigan llenando tu hogar de color y alegría durante todo el año.
Asegura un ambiente cálido y protegido
Para los pericos, mantener una temperatura agradable es esencial. Las corrientes de aire y los cambios bruscos de temperatura pueden causarles estrés o enfermedades, como resfriados o infecciones respiratorias. Por ello, es importante colocar su jaula en un lugar cálido dentro de la casa, lejos de ventanas abiertas, puertas que se usen con frecuencia o paredes frías. La temperatura ideal para estos pequeños amigos se encuentra entre los 18°C y los 24°C.
Por las noches, cuando el frío es más intenso, cubrir la jaula con una manta gruesa puede ayudar a conservar el calor, pero siempre dejando un espacio para la ventilación. Si vives en una zona particularmente fría, considera invertir en un calentador específico para aves, como una lámpara de cerámica. Estos dispositivos emiten calor sin luz, lo que permite a los pericos descansar tranquilamente durante la noche.
Alimentación adecuada para el invierno
En invierno, los pericos necesitan un aporte calórico extra para generar energía y mantener su temperatura corporal. Aunque su dieta habitual incluye una mezcla de semillas, frutas y verduras, esta puede ajustarse ligeramente durante la temporada fría. Las semillas oleaginosas, como las de girasol o linaza, y los frutos secos triturados, como las almendras o nueces, son excelentes para aumentar el nivel de calorías en su dieta.
Además, las frutas y verduras frescas siguen siendo esenciales, especialmente aquellas ricas en vitamina C, como el pimiento rojo, la mandarina y el kiwi, ya que fortalecen el sistema inmunológico de los pericos. Es importante recordar que el agua también debe mantenerse a una temperatura adecuada. Cambiarla varias veces al día evita que se enfríe demasiado, lo que podría desalentar a los pericos de beber la cantidad necesaria para mantenerse hidratados.
La importancia de la higiene en invierno
Aunque la limpieza de la jaula es fundamental en cualquier época del año, en invierno se vuelve aún más relevante. La combinación de humedad y frío puede ser perjudicial para los pericos, ya que fomenta la aparición de hongos y bacterias que pueden provocar enfermedades.
Mantener el sustrato seco es esencial. Cambiar regularmente el papel o el material absorbente del fondo de la jaula ayuda a evitar la acumulación de desechos. También es importante limpiar los comederos y bebederos diariamente para prevenir cualquier acumulación de residuos que pueda ser perjudicial. Una jaula limpia no solo protege a los pericos de enfermedades, sino que también les brinda un ambiente más cómodo y saludable durante los meses fríos.
Monitoreo constante de la salud
El frío puede debilitar el sistema inmunológico de los pericos, haciéndolos más susceptibles a enfermedades. Por ello, es crucial observar su comportamiento y apariencia diariamente. Si notas que tu perico permanece con las plumas erizadas durante largos periodos o parece menos activo de lo habitual, esto podría ser un signo de que está intentando conservar calor o, en el peor de los casos, de que está enfermo.
La falta de apetito, letargo o dificultad para respirar son señales de alerta que requieren atención veterinaria inmediata. Si bien los chequeos preventivos con un veterinario especializado en aves siempre son recomendables, en invierno adquieren una importancia aún mayor.
Actividad física y emocional
El invierno no debe ser una excusa para que los pericos pierdan su nivel de actividad. Estas aves necesitan ejercicio y estimulación para mantenerse saludables tanto física como emocionalmente. Si bien el frío puede limitar las actividades al aire libre, dentro de casa puedes ofrecerles juguetes interactivos que mantengan su mente ocupada y les ayuden a ejercitarse.
Además, permitirles salir de la jaula en un espacio cálido y seguro para volar y explorar es una excelente manera de mantenerlos activos. La interacción diaria también es clave: hablar con ellos, cantar o simplemente pasar tiempo juntos fomenta su bienestar emocional, algo esencial para estas aves sociales.
Cuidados especiales para pericos en exteriores
Si tus pericos viven en un aviario al aire libre, los cuidados deben ser aún más rigurosos. Es fundamental aislar el aviario para protegerlos de las corrientes de aire. Esto puede lograrse cubriendo las paredes con plástico grueso o lonas, creando un refugio más cálido para ellos. Proporcionar casitas de madera o refugios cerrados dentro del aviario les ofrece un lugar donde puedan resguardarse del frío extremo, especialmente durante las noches.
No olvides supervisar diariamente las condiciones del aviario y asegurarte de que tus pericos no estén expuestos a temperaturas extremas.
Evita cambios bruscos de temperatura
Los pericos son especialmente sensibles a los cambios repentinos de temperatura. Evitar trasladar la jaula de un lugar cálido a uno frío de manera abrupta es fundamental para su salud. Si necesitas cambiar su ubicación, hazlo gradualmente para que puedan adaptarse sin problemas.
Beneficios de una iluminación adecuada
Durante el invierno, los días más cortos y la falta de luz solar pueden afectar el estado de ánimo y la salud de los pericos. Siempre que sea posible, coloca la jaula cerca de una ventana cerrada donde reciban luz natural indirecta. Si esto no es viable, una lámpara de espectro completo puede ser una excelente alternativa. Este tipo de iluminación, diseñada específicamente para aves, simula la luz solar y ayuda a mantener los niveles de vitamina D, esenciales para la salud ósea.