Una de las principales enfermedades que afectan el rendimiento reproductivo de los toros es la rinotraqueitis infecciosa bovina. Cuando se presentan casos de esta enfermedad- problema de urgente atención en los negocios pecuarios-, es preciso solicitar el apoyo inmediato de un veterinario.
La rinotraqueitis infecciosa bovina propicia numerosos abortos en las fincas, ya que produce una defunción masiva de fetos. Los ejemplares afectados exhiben complicaciones en los genitales y las vías respiratorias. En los toros se observa una inflamación del prepucio y el pene y en las vacas ocurre lo mismo en su vulva. Se trata de una enfermedad bovina estrechamente vinculada con la infertilidad.
Consecuencias del herpes viral tipo 1 en los toros
No menos peligroso es el herpes viral del tipo 1. Tiene medios de contagio específicos, ya que se traslada en la mucosa genital, lagañas y saliva de vacas y toros. También pueden ser vehículos de transmisión los embriones o el semen. A final de cuentas, ese problema termina por afectar mucho el rendimiento cárnico y lácteo de un emprendimiento ganadero, e implica elevados gastos en revisiones veterinarias y tratamientos especializados.
Los ejemplares afectados por una enfermedad como el herpes viral tipo 1 padecen casos de fiebre complicaciones respiratorias, moqueo, lagrimeo excesivo y corneas inflamadas. Los terneros afectados por esta enfermedad pueden experimentar ceguera. No hay modo más efectivo de combatir el herpes viral tipo 1 que los planes de vacunación y revacunación.
El problema de la lestopirosis en los criaderos ganaderos
Otra de las enfermedades que dañan más a las poblaciones de toro en las fincas es la lestopirosis. Es uno de los problemas de salud bovina que menos atienden los productores ganaderos, pero si bien esta patologia tiene un nombre de complicada pronunciación, los ganaderos terminan por aprender a reconocerla. Se perfila como una infección bacterial que daña a humanos, bovinos y porcinos.
La bacteria que produce la lestopirosis se concentra en bovinos, canes, cerdos, caballos y ratas. Cualquiera de esos animales puede contagiarse al ponerse en contacto con agua polucionada, alimento contaminado o territorio con orina arrojada por animales infectados por la bacteria denominada leptospiras.
¿Cuáles son los principales síntomas asociados a la lestopirosis?
Los principales síntomas relacionados con esta enfermedad son la anemia, fiebre, problemas respiratorios, membrana cerebral inflamada, la obtención de leche de viscosa consistencia, abortos de crías o el nacimiento de terneros demasiado débiles e incluso muertos. En los machos contagiados incluso puede captarse sangre en su orina.
De no ser atendidos en tiempo y forma, los ejemplares infectados pueden fallecer. La mejor vía para prevenir los casos de lestopirosis es el puntual monitoreo veterinario.
Qué causa la enfermedad llamada Neosporosis
La neosporosis es una enfermedad de tipo reproductivo que propicia numerosos abortos en las poblaciones ganaderas. Es un problema en la salud bovina que causa numerosos abortos y una franca reducción en la producción cárnica y láctea a nivel global. El parásito que causa esta enfermedad es capaz de contagiar a canes, equinos, caprinos y bovinos.
Para combatir los brotes de neosporosis lo mejor es vacunar a las vacas durante el tercio primero de la gestación, aunque de modo posterior será necesario aplicar una dosis segunda.
Los emprendedores ganaderos que tienen canes en sus instalaciones deben considerar que las heces de los canes contagian la enfermedad a los ejemplares bovinos. Y si las vacas están esperando cría, infectan al feto el cual corre el riesgo de morir dentro del vientre de su madre.
Incluso si la cría llega a nacer, lo más probable es que la enfermedad neosporosis cause que fallezca apenas a los pocos días. También las personas pueden resultar contagiadas por este mal y los animales que son más proclives al contagio incluso pueden ser sacrificados.
El problema de la leucosis
Por lo que se refiere a la leucosis, se trata de una enfermedad bovina que no tiene vacuna. Los ejemplares que se infectan no llegan a recobrarse por completo y a final de cuentas deben de ser sacrificados. Estamos ante una grave enfermedad que afecta al sistema inmunológico de las vacas y los toros. Los animales contagiados pueden experimentar la aparición de tumores internos y externos, varios de ellos cancerígenos. Los bovinos pueden infectarse a cualquier edad, incluso en la etapa embrionaria, e insectos como las moscas y parásitos como las garrapatas también transmiten esta perjudicial patología.