Para quienes tienen alguna granja o criadero la perspectiva de criar a sus propias yeguas es bastante atrayente. También es por demás deseable la opción de contar con potros de cualidades parecidas a las de su madre. No obstante, para ello es preciso contar con las nociones básicas acerca del comportamiento animal, en específico sobre su reproducción. También hay que saber lo más posible acerca de lo que sucede en el alumbramiento de los potrillos, así como también acerca del modo en el actúan las crías.
En general, para tener éxito en estos planes de cría equina, considerando las necesidades veterinarias que esto implica, lo mejor es contar con la asesoría de un profesional en el tema.
Atenciones para la yegua durante el parto
Quienes han atendido a una yegua durante un parto e incluso a lo largo del embarazo, tienen una mayor facilidad para atender en el futuro el desarrollo de las crías. Y es que cada uno de estos procesos tiene su particular desafío y hay que tener en cuenta los principales factores involucrados en tales eventos.
Por lo que se refiere al tiempo de gestación de un caballo o una yegua, este es de once meses. No obstante, en ocasiones puede ser de apenas diez meses o incluso prolongarse durante un año. Y si bien algunas yeguas consiguen reproducirse apenas a los dieciocho meses, esto acontece en muy raras ocasiones, puesto que, por lo general, no tienen crías sino hasta hacer cumplido tres años de edad.
El nacimiento de los potrillos
Por otra parte, los potrillos suelen nacer en la estación primaveral y casi siempre por las noches, cuando no existen muchas probabilidades de que el rebaño se encuentre activo y el alimento suele ser más abundante. Cabe observar que el potrillo al nacer tiene las piernas con la longitud del noventa por ciento de lo que tendrá llegando a la adultez.
De manera que, los potros apenas nacidos no pueden alimentarse con hierba, por la excesiva longitud de sus patas. A la leche primera de una yegua se le denomina como calostro y se trata de un alimento bastante nutritivo para los potrillos, además de que fortalece sus defensas naturales ante variadas enfermedades.
Un detalle bastante singular es que una yegua es capaz de dar a luz en apenas un cuarto de hora, aunque si alguien está observando, ella es capaz de detener tal proceso y aguardar hasta que el intruso se aleje.
Desarrollo progresivo de los potrillos
Otro aspecto relacionado con el embarazo equino y la crianza de los potrillos tiene que ver con el modo en el que las crías reconocen de modo instintivo a su madre. Numerosos ejemplares son criados con objetivos domésticos y son puestos en interacción con distintas personas durante los días primeros de su vida para que así se habitúen al olor, sonido y tacto humano.
También es importante saber que no se puede anticipar el color de un equino cuando aún es potrillo, puesto que acontecerán distintas alteraciones antes de que tenga su pelaje un color fijo, lo cual se presenta casi siempre cuando cumple los dos primeros años.
Los equinos tienen un desarrollo natural que conviene conocer y respetar: apenas una hora tras haber sido parido un perro es capaz de mantenerse en pie y luego de un par de horas es capaz de movilizarse con gran rapidez.
Consejos para optimizar la reproducción de los caballos
El mejor periodo del año para la reproducción equina es algo también importante de conocer. En este sentido, hay que mencionar que las yeguas tienen una temporada natural de cría. Se ha descubierto que el incremento de luz desencadena de modo hormonal el deseo reproductivo de las yeguas. Se trata de periodos que se prolongarán durante toda la temporada estival y que finalizarán en el otoño.
También es relevante saber que el periodo más positivo para que se presente el nacimiento de un potro es en los meses de mayo, junio y julio, cuando se tiene disponible hierba en abundancia.
Tomando en cuenta que el embarazo de la yegua dura once meses, entonces, el periodo más recomendable para propiciar la reproducción de la yegua va del mes de junio al mes de agosto.