Varias de las enfermedades que afectan más a los cerdos son patentes, aunque es importante que los criadores identifiquen las manifestaciones más tempranas de su aparición. Para conseguir lo anterior es indispensable conocer la sintomatología asociada a cada una de estas enfermedades. Con ello y con la permanente asesoría del veterinario, se podrán tomar las previsiones indispensables para combatirlas.
Teniendo éxito en esta medida se podrá optimizar notablemente el rendimiento pecuario de cualquier explotación que cuente con poblaciones porcinas. Así entonces, en lo que sigue comentaremos cuáles son las principales enfermedades del ganado porcino y los tratamientos que ameritan.
Tuberculosis
Se trata de una enfermedad que tiene como causa el Bacilo de Koch. Es de sencillo contagio entre el ganado bovino y los cerdos de granja. Los principales síntomas asociados con la tuberculosis porcina son parecidos a los de la neumonía, aunque también se presenta una gradual disminución de la carne corporal y la aparición de progresivas lesiones en los órganos del ejemplar.
Para contener estos problemas se debe tuberculinizar a los animales y usar para su nutrición productos de lechería perfectamente pasteurizados y que sean obtenidos de vacas lecheras que no tengan problemas de tuberculosis.
Sarna
Esta enfermedad es producida por ciertos ácaros que habitan en la piel de los animales. La presencia de la sarna también tiene mucho que ver con la aparición de galerías subcutáneas.
La sarna propicia en los cerdos intensos picores en la piel, especialmente en el área de las axilas, en el lomo del animal y en la parte trasera de las orejas. La desagradable sensación orilla al ejemplar a rascarse contra objetos duros. Procediendo así, lo que sucede es que en la piel del animal aparecen costras de piel.
Para tratar este problema hay que aplicar a los cerdos baños antisarna con productos veterinarios especiales, usando como elemento auxiliar un cepillo o arpillera.
Reumatismo
Los cerdos son proclives a padecer reumatismo por dormir sobre el frío piso de cemento. También suelen presentarse en estos animales de granja otros malestares reumáticos que pueden llegar a la limitación extrema de la movilidad del ejemplar. Otros síntomas relacionados con el reumatismo porcino son la fiebre, dolores musculares e hinchazón en las articulaciones.
Los veterinarios acostumbran atender los casos de reumatismo en los cerdos usando para ello dosis controladas de saliciato de sodio tomando en cuenta el peso del animal. También es necesario cubrir los pisos de los corrales con paja seca o madera, así como también concentrar a animales evitando las aglomeraciones, colocándolos en áreas secas y espaciosas.
Neumonía
La neumonía es una enfermedad que se presenta en los cerdos manifestándose a través de ataques de tos, abundante secreción nasal, escaso apetito, fiebre, debilidad generalizada y escaso apetito. Lo que causa neumonía en los cerdos con mayor frecuencia es permanecer tendidos mucho tiempo en sitios húmedos y fríos, así como también, experimentar bruscas variaciones de temperatura.
De la misma manera, suele ser causante de neumonía en el ganado porcino la presencia en los espacios pecuarios de ciertos gérmenes. Para combatir los casos de neumonía en los criaderos es preciso cuidar que en los corrales no haya humedad y que no penetren corrientes de aire en los habitáculos de los animales.
Piojera
Los piojos son parásitos que chupan la sangre y afectan con frecuencia al ganado porcino. En efecto, el llamado Haematopinus suis ocasiona irritaciones en la dermis y si son abundantes suelen llenar de costras el cuerpo del ejemplar infestado.
Para tratar este problema parasitario en los cerdos es preciso bañar a los animales con una solución especial que incluye como uno de sus ingredientes principales el alquitrán. Por supuesto, la asesoría del veterinario en estos casos es algo indispensable.
Parálisis
Es tiempo de comentar acerca de los casos de parálisis en el ganado porcino. Las causas de este problema sanitario en las poblaciones de cerdos aún no han sido totalmente identificadas. No obstante, se suele relacionar esta enfermedad con casos de avitaminosis.
Esto último hace que sea necesaria una revisión por parte del veterinario de la dieta de los cerdos y evitar alimentarlos únicamente con maíz, para que así el balance nutricional de su alimentación cotidiana sea más satisfactorio.