A lo largo de la vida de un bovino es posible que se presenten distintos eventos e incluso periodos en los que deje de consumir la dieta más adecuada para su desarrollo. Lamentablemente, hay varios riesgos que esto trae asociados, en especial en lo que se refiere al potencial reproductivo del animal y al posible aprovechamiento comercial que aspiremos alcanzar con ese ejemplar. En este texto mencionaremos cómo superar tal problemática. Mencionaremos a continuación cómo estimular el apetito de los bovinos de una granja o criadero.
En última instancia, si las reses o vacas lecheras dejan de consumir alimento como deberían hacerlo, esto no es más que la consecuencia de una cadena de causas que todo propietario de un negocio pecuario debería conocer.
¿Por qué no quieren comer mis reses?
Los bovinos que dejan de alimentarse correctamente experimentan un periodo nada normal que puede estar vinculado con la acción de ciertos parásitos en el cuerpo de estos animales. Otras posibles causas de la falta de apetito en los bovinos son las alteraciones bruscas en la dieta que normalmente consumen esos animales, o bien, que los ejemplares tengan a su disposición alimento de escasa palatabilidad, como, por ejemplo, pasto seco.
En ocasiones los pastos, por cuestiones ambientales, estacionales y climáticas, adquieren cierta consistencia y sabor que no agradan a los bovinos. Es entonces que algunos dueños de granjas y criaderos utilizan recursos como el glicerol, la papa o el palmiste para mejorar la alimentación de sus bovinos. El problema es que en muchas ocasiones esto solo complica las cosas, ya que los animales, al percatarse de que su dieta ha experimentado una radical modificación, se muestran rebeldes y reacios a alimentarse correctamente.
Importancia de la nutrición bovina
Tomando en cuenta lo anterior, el asunto de alimentar a los bovinos de una explotación pecuaria es bastante serio y debe encararse con las mejores soluciones posibles. Por ejemplo, en ciertos casos resulta conveniente utilizar multivitamínicos, en especial en periodos en los que se presenten sequías. Al administrar tales productos veterinarios a los animales no solo manejamos una posible solución a la falta de apetito, sino también, se consigue complementar la carencia de nutrientes que exhiben los pastos en tales etapas del año.
Los expertos en nutrición bovina coinciden en señalar la importancia que tiene el complejo B para la correcta nutrición de las reses. Lo mismo puede señalarse con respecto a la vitamina A, la cual es un valioso auxiliar para que los tejidos del intestino se regeneren siempre que sea necesario.
Cómo resolver la falta de apetito en las reses
Otra opción para resolver el problema de la falta de apetito en el ganado bovino es la de añadir melaza a los pastos. Con ello se enriquece la capacidad de obtener energía a partir de ese alimento. No obstante, conviene no abusar en la utilización de la melaza como estimulante para el apetito de los bovinos, ya que estos animales precisan de pastos para que en su sistema digestivo aparezcan ciertas bacterias que con su accionar propician la adecuada asimilación de los nutrientes por el organismo del ejemplar.
Por otra parte, si una población de ganado presenta apetito escaso, esto también podría estar relacionado por la acumulación de parásitos en los organismos de esos bovinos. Si esto es así y además los ejemplares ingieren alimento de poca calidad, en poco tiempo padecerán problemas físicos y el aprovechamiento comercial que se logre con las reses será muy limitado.
Importancia de la asesoría veterinaria para resolver los problemas pecuarios
Para atender esta problemática será necesaria la asesoría de un veterinario experimentado para que se encargue de la desparasitación de los animales. También habrá que tener presente que en tiempos de sequía, y con la acumulación de numerosas reses en espacios limitados, se eleva bastante el peligro de que los ejemplares se contaminen.
Por lo anterior, el veterinario que nos apoye con el plan de desparasitación de nuestra población bovina debe considerar el periodo del año en el que se llevará a cabo ese programa, la fase productiva en la que se encuentre la explotación y la edad que tengan los animales.
No menos importante resulta, para solventar el problema que hemos estado comentando, ponderar en la mejora de la calidad de los forrajes de nuestra granja. En la medida de lo posible deben de estar siempre verdes y con plena frescura. Un forraje así siempre resulta grato de consumir para cualquier bovino.