Cuando se habla acerca de camaleones nos hace pensar en ese animal tan vistoso que tiene ojos grandes y que puede alterar su color para confundirse con su hábitat. Tal modificación cromática puede hacerla el animal si tiene frío o si tiene calor, e incluso también de acuerdo con el estado de ánimo que tenga. Actualmente numerosas personas tienen animales exóticos en casa y por ello, consejos como los que les ofreceremos a continuación les serán de enorme valía.
Siguiendo recomendaciones como las siguientes, se podrán brindar los cuidados indispensables al camaleón. Vale la pena tenerlos siempre presentes al atender a estos simpáticos y exóticos reptiles.
Cómo debo alimentar a mi camaleón
El camaleón no bebe de un recipiente como sucede con la mayoría de las mascotas. Por tal circunstancia debemos instalar un mecanismo de goteo para que humedezca las hojas de su terrario y que los camaleones beban de ellas.
Por otra parte, los camaleones son básicamente insectívoros y se alimentan de cucarachas, moscas, gusanos de seda, grillos, langostas y otros animales parecidos, todos ellos vivos. Tales insectos alimenticios deben de ser obtenidos de criaderos especiales para que no incluyan pesticidas.
No hay que perderse el interesante espectáculo natural de observar al camaleón cazar a los insectos con los que se alimenta.
Resulta positivo ofrecerles como complemento a los camaleones verduras de hoja y carnosas frutas y eventualmente añadir a su dieta suplementos en polvo de vitaminas y calcio.
Cómo es el comportamiento del camaleón
Los camaleones son animales de gran timidez que se estresan bastante. Por ello debemos ubicarlos en lugares donde no transitemos con frecuencia, puesto que con nuestra presencia podemos agobiarlos mucho.
En caso de que se tenga en casa un camaleón, hay que tener presente que no se trata de un minino o un can y no debemos sujetarlo salvo que sea estrictamente preciso, ya que ello le producirá una gran ansiedad. Así también es más conveniente tener más de un camaleón para que así se brinden compañía entre ellos.
Cómo debe de ser la casa del camaleón
Si bien en las tiendas puedan hallarse algunos terrarios de cristal para tener camaleones en casa, en realidad no son los mejores habitáculos para estos animales y por lo tanto no son los más recomendables.
Lo mejor, en este sentido, es optar por terrarios perfectamente ventilados, de preferencia con una o dos caras con rejilla. Debe ser un habitáculo con el espacio necesario para que el animal pueda tener la suficiente movilidad. También debe tratar de simularse lo más posible su ambiente natural y para ello debe de agregarse pequeñas piedras, troncos, follaje, ramitas, etc. En las ramas el camaleón podrá trepar y en el follaje ocultarse. El suelo del contenedor del camaleón debe ser cubierto con pequeñas piedras.
Importancia de la luz y el calor para el bienestar del camaleón
También es recomendable colocar tubos especiales para lagartos para iluminar su casa con rayos UVA/UVB. También es indispensable dejar que el reptil tome el sol por lo menos un rato diariamente. Para ello habrá que colocar su casa junto a la ventana, durante un corto espacio de tiempo, pero evitando que el camaleón se vea afectado por las corrientes de aire.
Cada variedad de camaleón es diferente y por ello precisa de una temperatura particular. Por ejemplo, el camaleón velado requiere de una temperatura de 26 a 35 grados centígrados, el camaleón Jackson de 21 a 29 grados centígrados y el camarón pantera de 24 a 35 grados.
Medidas de higiene para cuidar al camaleón
Por otra parte, el aseo es algo básico para garantizar la salud de nuestros animales de compañía. No obstante, cuando se trata de mascotas que en su hábitat natural habitan en espacios húmedos, cuidar de la higiene se transforma en algo aún más indispensable.
En lo que se refiere específicamente a los camaleones, atender su higiene es algo posible al cien por ciento. Por ejemplo, en lugar de usar sustratos con pequeñas partículas, que podrían ser ingeridas por el reptil junto con algún insecto de su dieta, lo mejor es colocar hojas de papel absorbente en el suelo del habitáculo y cambiarlas con la debida regularidad.