Criar terneros en una granja o negocio pecuario es una labor que precisa de atención ininterrumpida y permanente supervisión. Ciertos manejos y procedimientos veterinarios son indispensables en cada etapa del crecimiento de los ejemplares bovinos, sin embargo, no siempre son llevados a cabo como es debido.
De allí la importancia de atender recomendaciones como las que les ofreceremos a continuación, para así lograr la mejor crianza de terneros que sea posible.
Cómo debe actuar el personal que cuida a los terneros en un criadero o granja
Lo más importante para la crianza correcta de los terneros es que las personas encargadas de esta faena sean las más adecuadas para ello. De entrada, deben de tener el gusto por la interacción con los animales de granja, además de exhibir la capacidad para realizar sus labores cotidianas de modo limpio y ordenado.
El personal destinado al cuidado de las crías bovinas también debe de efectuar un monitoreo correcto de cualquier eventualidad extraña que se presente en el grupo de terneros.
Es de capital relevancia lo anterior, para así atender puntualmente a los animales enfermos y también para tomar importantes decisiones con relación al manejo de los ejemplares y con ello mejorar el aprovechamiento comercial de esos recursos pecuarios.
Cuidados del ternero a partir de su nacimiento
Es importante tomar en cuenta las siguientes recomendaciones para cuidar al ternero apenas nacido, ya sea que su alumbramiento haya sido asistido o no.
En caso de que el nacimiento del ternero haya sido sin asistencia y se haya producido de modo natural, es importante corroborar que la cría no se haya ensuciado con fecas o con barro, para que así no se vea afectado por patógenos que pudieran afectar su salud.
En cuanto se haya completado el alumbramiento de la cría, es necesario retirar las mucosidades de la nariz y de la boca con una tela limpia. Resulta de enorme importancia secar al ternero pronto, para que así logre una adecuada temperatura corporal, aproximadamente de 38.5 grados centígrados.
Importancia del calostro para la nutrición y salud de los terneros
El calostro tiene una relevancia mayor de la que se podría pensar para el desarrolló físico y la salud del ternero. Lo más importante es que, al consumirlo, la cría adquiere inmunidad ante variadas enfermedades gracias a los anticuerpos maternos.
De la misma manera, el calostro proporciona a la cría proteínas, vitaminas y energía para el animal recién nacido. Para comprender los alcances que tiene el calostro para la buena crianza del ternero, basta con saber que tiene una composición nutricional mejor que la leche y que además coadyuva a la expulsión del meconio.
En última instancia, un ternero que no ha consumido el calostro suficiente tiene escasas posibilidades de sobrevivir durante la crianza.
La dieta que debe de seguir el ternero
Los terneros pueden alimentarse con leche y agua fresca. Los bebederos deben de mantenerse perfectamente limpios. El agua se les puede ofrecer desde el tercer mes de vida y es indispensable para estimulara la cría para que consuma leche en cantidades suficientes. De hecho, el crecimiento del ternero puede verse sumamente comprometido si ingiere agua en cantidades insuficientes.
Aspectos positivos y negativos de la dieta líquida para el ternero
La leche es el alimento que consumen las crías bovinas por naturaleza. Cuenta con la composición de nutrientes necesaria para la mejor crianza del ternero. La leche también incluye activadores de crecimiento, hormonas y factores biológicos de gran importancia para el crecimiento y la salud del ternero durante toda su vida.
El alojamiento del ternero
Los espacios en las explotaciones pecuarias donde se mantiene a las crías bovinas deben de mantenerse limpios y desinfectados. Es una medida indispensable para la prevención de cualquier enfermedad de tipo infeccioso.
También es necesario para controlar brotes que se presenten en granjas y criaderos y para reducir al máximo la expansión de una enfermedad en una población bovina.
Una cuestión indispensable de atender tiene que ver con la frecuencia con la cual se deben de desinfectar los habitáculos de los criaderos. En este sentido, se deben de desinfectar periódicamente camas, pisos y tablones, así como también los bebederos, comederos, baldes y demás utensilios para el cuidado de los terneros.