Los problemas de las pezuñas en los bovinos estuvieron pensadas por los responsables de los negocios pecuarios como algo de segundo orden. Y eso aconteció hasta hace unas décadas. Fue así porque consideraban que pocos ejemplares se mostraban afectados por ello.
Sin embargo, con la progresiva modernización de los negocios pecuarios, los sistemas para aprovechar las explotaciones a su máximo rendimiento y el manejo animal, las enfermedades podales se han transformado en un asunto ineludible. No ponerle la debida atención al asunto podría provocar graves pérdidas en granjas y criaderos.
Los expertos consideran que, después de la infertilidad y las mamitis, los problemas en las pezuñas de los bovinos son el tercer factor más importante en cuanto a perdidas en los ambientes pecuarios.
Justo de allí parte la relevancia de las medidas de prevención que se sigan y que los ganaderos tengan conciencia de lo que deben de enfrentar para que así, tras el menor tiempo, puedan implementar las mejores soluciones al respecto.
Como se presentan las enfermedades en las pezuñas bovinas
Definitivamente la producción cárnica o láctea de un emprendimiento bovino puede tener enormes problemas por las lesiones en las pezuñas de los terneros. Son repercusiones en el rendimiento económico que puede experimentar cualquier negocio dedicado a la cría y comercialización de ganado.
De entre las afectaciones directas que debemos mencionar al respecto destacan: una reducción en lo producido, tanto en la calidad como en la cantidad; un deterioro patente en el estado corporal de los ejemplares; problemas de fertilidad en los ejemplares; una reducción en la vida útil de los animales; la necesidad de sacrificar a varios de ellos; un incremento considerable en la reposición involuntaria; una disminución en la celeridad de las mejores a nivel genético; casos de metritis y mamitis; etc.
La verdadera repercusión de las cojeras en las poblaciones de ganado
La cojera tiene un peso determinante en los niveles productivos de las vacas, ya que, por una parte, genera alteraciones en las posibilidades de movilidad de los ejemplares enfermos, y por otro lado, desencadena abundantes complicaciones relacionadas con el estrés.
De entre los primeros síntomas que identifica el ganadero es la reducción en la leche producida por la explotación. En los bovinos que sufren de cojera tal mengua en la producción láctea se percibe incluso antes de la manifestación del propio problema podal.
Como se manifiestan las afectaciones en las pezuñas de vacas y becerros
Muchas de las enfermedades de las pezuñas que experimentan vacas, becerros y toros están estrechamente vinculadas con la etapa de lactación. Ello se infiere de que por lo general acontecen entre dos o tres meses luego del parto, justo en el periodo en el cual la producción de leche llega a su nivel máximo posible, lo cual conlleva una mayor pérdida para el negocio pecuario.
De hecho, cuanto más severa sea la cojera del animal, las afectaciones productivas serán más grandes.
Las cojeras cuando son adecuadamente tratadas sin complicaciones de relevancia, como las dermatitis interdigitales o digitales, exhiben una moderada repercusión. En cambio, cuando se presentan abscesos y úlceras palmares se revela una patente relación entre escasa fertilidad y cojera.
La nutrición y los problemas podales
Los cascos de las pezuñas precisan de materias específicas para producirse como, por ejemplo, vitaminas, A, E y Biotina; Aminoácidos como cisteina y metionina y minerales variados como Se, S, Zn, Cu y Ca.
Cuando le falta uno de esos elementos a la dieta del bovino, la uña que se forme tendrá una blandura mayor y una menor resistencia. Con ello será más fácil que se dañe y que se genere otro caso de cojera.
Un problema así se remedia con aportaciones a los correctores de las vacas en fase de producción, aunque no se les debe de ofrecer corrector a las vacas “secas”, salvo que sea específico para estas hembras bovinas.
Cuáles son las principales enfermedades de las pezuñas
Las complicaciones en las pezuñas pueden tener su origen de manera generalizada en los traumatismos y como consecuencia de determinadas enfermedades. Estas complicaciones se ubican en las distintas áreas de las pezuñas de acuerdo con las diferentes clases de afección.
En la suela destacan la laminitis, la úlcera típica o la pododermatitis purulenta; en el talón destacan la erosión, y la podredumbre,. y en el espacio interdigital el panadizo y los flemones.