Seguir las mejores prácticas de seguridad sanitaria es un factor determinante para el posible éxito que tenga un emprendimiento pecuario. Para cualquier granja o criadero con aspiraciones de éxito y excelencia, es indispensable desarrollar un adecuado programa de vacunación de animales como los ovinos, siempre con la asesoría de un experimentado veterinario.
Por lo anterior, resulta pertinente compartir algunos valiosos comentarios al respecto. Veamos cómo aplicar un adecuado programa de vacunación para cabras y ovejas.
Por supuesto, una iniciativa de salubridad pecuaria de esta categoría requiere seguir precisos protocolos de vacunación adecuados a las características de la granja o criadero y a la frecuencia con la que se presentan ciertos casos en la región, relacionados con determinadas enfermedades.
Como se deben vacunar las ovejas y cabras
Así entonces, para la correcta aplicación de las vacunas para nuestras ovejas y cabras se deben tener presentes algunos puntos esenciales. En ciertas circunstancias, la tarea de vacunar a ciertos animales que han recibido el calostro de madres que ya han sido vacunadas durante la etapa de preparto, no tendrá los mejores niveles de efectividad al verse anulada hasta cierto punto por la inmunidad de tipo “pasiva” que las crías han obtenido al beber el calostro de las madres.
Preservar los adecuados intervalos de administración de vacunas, en las dosis correspondientes, es también esencial. Y si bien hay ciertas vacunas que se aplican a través de dosis únicas, como es el caso de las vacunas para combatir el aborto clamidial o la paratuberculosis, casi todas ellas requieren de por lo menos, la aplicación de una segunda dosis para obtener la mejor protección para los ejemplares.
Como se debe llevar a cabo la vacunación de ovinos
Es importante reiterar la importancia de mantener los periodos de administración de vacunas en el intervalo que señale el veterinario. De esa manera el sistema inmunológico de las cabras y ovejas podrán recuperarse plenamente y responder adecuadamente a cada una de las dosis de vacuna aplicadas.
Es preciso aplicar las dosis de vacuna que indique el especialista para preservar la inmunidad de los bovinos a largo plazo.
Ahora bien, es indispensable conservar en buenas condiciones las vacunas de cabras y de ovejas manteniéndolas en el refrigerador y a salvo de la luz intensa. Los envases de vacuna en cuanto se abren deben de ser usados durante el día, puesto que el sobrante no puede ser usado para una posible etapa de revacunación.
Manejo adecuado de las vacunas e instrumentos para la vacunación
Es importante, por supuesto, tal y como sucede con respecto a cualquier otra medicina, atender la fecha de caducidad de la vacuna que se pretende aplicar a una oveja o a una cabra. Para cualquier veterinario debe de ser importante conservar en perfectas condiciones los instrumentos usados para aplicar las vacunas.
Por ejemplo, es necesario limpiar meticulosamente las herramientas vacunadoras después de haberlas usado, para que así no se acumule suciedad en ellas. También es básico usar agujas nuevas, puesto que, si usamos una aguja para vacunar a distintos ejemplares, es muy probable que esto derive en heridas e infecciones de graves consecuencias.
Siempre deben de ser vacunados aquellos animales que tengan excelentes condiciones nutricionales y de salud. También puede ser que la vía de administración cambie de acuerdo con lo recomendado por el veterinario o el laboratorio encargado del programa de vacunación que se realice en nuestra granja o criadero.
Medidas de sanidad complementarias a la vacunación de ovinos
En ciertas zonas rurales es habitual observar que se aplica la vacuna antiabortos en ovinos. Hay explotaciones en las cuales y por diferentes razones, si no se aplica esa clase de vacuna, se presentan numerosos casos de aborto y graves pérdidas económicas para los emprendedores pecuarios.
Ciertas medidas sanitarias son aconsejables de aplicar en conjunto con la vacunación. Por ejemplo, es recomendable colocar los bebederos a una altura adecuada para que el agua que ingieren los animales no quede contaminada con heces y otra suciedad. También deben ser revisados estos bebederos por el personal que atiende esa explotación para cuidar que no tengan demasiada agua y que terminen por humedecer las camas de los ovinos y bovinos.
Ante cualquier señal de diarrea en alguno de los ejemplares es conveniente llamar al veterinario para que atienda al animal y evitar así que se extienda la enfermedad ya se trate de alguna infección o de algún evento de infestación parasitaria.