Cada especie animal tiene sus características propias. De acuerdo con sus particularidades corporales y sus tendencias instintivas, los animales adoptados como mascotas requieren de cuidados específicos que se les debe ofrecer de manera permanente.
Es algo que de por sí implica un gran compromiso y que se acentúa cuando se decide tener más de una mascota en el hogar.
Es importante reiterar las diferencias que existen entre distintas especies en cuanto a sus necesidades de espacio, alimentación, higiene, cuidados médicos, etc. No es lo mismo atender a una iguana o una cobaya, que a patos o canarios que se tengan como animales de compañía.
En lo que sigue les compartiremos los cinco mejores consejos para el cuidado de las cobayas.
La experiencia de tener una cobaya como mascota
Quienes no han tenido interacción con las cobayas, con frecuencia consideran imposible que estos roedores se comporten como hemos comentado.
No obstante, en realidad se trata de mascotas excelentes, amigables y leales. Incluso las cobayas son capaces de reconocer a sus dueños y emitir sonidos de alegría al acercarse a ellos.
También suelen escalar por los lados de su jaula para saludar a sus propietarios. No es exagerado afirmar que las cobayas gustan de interactuar tanto con las personas que las rodean como los gatos o los perros.
De hecho, esta clase de roedores suelen establecer sólidos vínculos con sus propietarios, suelen ser muy cariñosos con las personas que los cuidan.
Cómo se comunican las cobayas mascota
Cuando emiten un suave y bajo ronroneo quiere decir que las cobayas sienten placer y relajación. No obstante, también puede indicar otra cosa muy opuesta, como molestia o miedo ante alguna presencia o elemento cercano.
Esto último también puede ser producido por algún sonido que perturba o inquiera al roedor.
Un gimoteo agudo, corto y frecuente señala incomodidad y suele presentarse cuando una cobaya macho trata de mostrarse dominante ante otro por medio de sus instintivas “danzas”. En este caso ese sonido suele ser emitido por la cobaya acechada.
Dicho gimoteo también es emitido cuando alguna cobaya hembra se siente acosada por algún macho que desea aparearse.
Cómo se detectan los piojos en las cobayas
De entre los síntomas más frecuentes de las infestaciones de piojos en las cobayas, debemos mencionar las siguientes: disminución de peso, comportamientos fuera de lo habitual, lesiones en la dermis, etc.
Las dos variedades de piojo que suelen parasitar a la cobaya son Gyropus ovalis y Gliricola porcelli. Ambas especies de piojo son de los llamados masticadores y están vinculadas a la orden de los Mallophaga.
Estamos hablando de piojos que suelen alimentarse de las capas más superficiales de la piel, además de pequeños coágulos sanguíneos, costras y escoriaciones.
Como consecuencias de la nutrición de los piojos en la piel de la cobaya, pueden presentarse síntomas como irritación, lesiones secundarias, lesiones primarias e irritación.
Por lo que se refiere a la transmisión de los piojos a las cobayas, suele producirse de dos modos distintos: de manera indirecta, a través de los alimentos, de materiales contaminados como el material para el lecho del roedor, o bien, por fomites, como es el caso de los zapatos o la ropa.
Cómo se contagian de sarna las cobayas
La sarna se contagia por contagio directo, por lo cual debemos de seguir ciertas acciones preventivas si tenemos más de una cobaya en casa. Así también, la sarna puede provocar infestaciones transitorias en los humanos, generando entonces severos casos de dermatitis.
No obstante, estos últimos son casos bastante aislados, ya que el ácaro productor de la sarna es particular de esta especie y requieren concluir su ciclo de vida en un específico hospedador.
Cabe señalar que el parásito que genera la sarna en la cobaya se nutre de linfa y de células epiteliales, además de que su ciclo biológico se concreta alrededor de las cuatro y las seis semanas.
Principales atenciones para la cobaya mascota
También es importante saber que la cobaya no es un animal que requiera ser esterilizado, salvo que se planee tener más de uno de estos animales en un mismo espacio. Lo anterior implica que los gastos de revisión veterinaria que amerita esta mascota son mínimos, salvo que enferme.
Se trata de roedores que no precisan ser bañados con demasiada frecuencia. Incluso un par de baños al año serán suficientes para ellas. Y salvo que tengan el pelaje largo, no necesitan ser acicalados cotidianamente.