Si captamos que nuestro gato experimenta temblores es comprensible que tratemos de averiguar las causas de ello y si tal situación es normal en ciertos casos. De modo general podemos considerar que tal circunstancia nos revela que algo no se encuentra como es debido con respecto al minino.
Los temblores en el gato pueden ser ocasionados por variadas causas, algunas de ellas de tipo emocional, como, por ejemplo, ansiedad o estrés, y otras de ellas de origen físico, causadas por debilidad en los músculos, fatiga corporal o alguna enfermedad. No obstante, no pueden analizarse de modo separado y se debe de indagar si se presenta algún otro síntoma.
Ciertas variedades de temblores son facilmente eliminables, como es el caso de los causados por el hambre o las bajas temperaturas. Otras, en cambio, pueden estar relacionadas con complicaciones infecciosas o de tipo neurológico. A final de cuentas, resulta indispensable solicitar ayuda cuando el gato no tiene plena salud y para ello se debe acudir con un veterinario de confianza.
Dolor y temblores en el gato
De modo que es importante averiguar las causas por las que un gato experimenta temblores. Son numerosos los factores que propician tal condición y el dolor es uno de los más frecuentes. El dolor es capaz de producir considerables alteraciones para la salud del minino, en tanto que se presenta acompañado de dinámicas fisiopatológicas como el incremento de glusosa en el torrente sanguíneo o la liberación abundante de adrenalina.
Se trata de procesos capaces de producir una sensación de dolor en el animal. Se trata de sustancias que se liberan en la sangre y que pueden causar temblores en el cuerpo entero del minino. Y es de ese modo que puede observarse a un minino padeciendo de temblores por el dolor.
Qué pasa si detectamos temblores en el cuerpo del gato por dolor
Si el animal presenta temblores cuando se le acaricia, es factible que se esté tocando un área corporal del gato que sufre de dolor. En este caso es importante atender si manifiesta otros indicios de dolor para llevar al gato con el veterinario y brindarle todas las referencias necesarias.
El perro manifiesta el dolor físico de distinta manera que lo hace el gato. Y en tanto que los canes vocalizan, los mininos tienden a ocultarse. Por lo demás, algunos animales suelen manifestar el dolor corporal con alteraciones en su comportamiento, como, por ejemplo, escasas ganas de alimentarse, aislamiento, vocalizaciones, un aumento de agresividad y un lamido exagerado del área lastimada.
Incluso en algunos casos los mininos pueden manifestar expresiones faciales vinculadas al dolor como los ojos entrecerrados y las cejas fruncidas.
Como actuar si nuestro gato sufre de temblores
Es básico en estas situaciones acudir con el veterinario para que identifique la causa del problema y pueda atenderla como es debido. La fuente del dolor en el minino puede estar relacionada con alguna infección o traumatismo, por ejemplo.
Por otra parte, si bien son animales peludos, los mininos pueden experimentar frío y no despertarse de inmediato. Es entonces que el gato podría tiritar a manera de defensa corporal ante las bajas temperaturas. Y si frío es el principal factor por el cual un gato puede temblar, es preciso garantizarle un sitio cálido y cómodo para que pueda reposar, así como también cobijas en sus sitios de reposo en la casa.
Temblores en el gato por casos de hipoglucemia
Hay casos en los cuales el minino tiembla por padecer hipoglucemia, es decir, una disminución en los niveles normales de azúcar en la sangre. El gato puede padecer de esta condición por no haberse alimentado durante un tiempo prolongado o por alguna enfermedad. Si acaso el problema está relacionado con la diabetes, el animal debe ser atendido de correcta manera y con urgencia.
Por otra parte, el tratamiento que aplicará el veterinario para atender los temblores en el gato dependerá de las causas del problema en cada caso. En los casos menos severos de hipoglucemia es posible resolver el problema por medio de una adecuada nutrición, la cual deberá ser racionada en distintas tomas de alimento durante el día.
Finalmente, en algunas situaciones el minino también puede sufrir de temblores corporales por estrés o miedo, debido a que en situaciones de gran tensión emocional, el gato puede responder involuntariamente temblando por el temor.