Los equinos son animales de tamaño considerable, gran resistencia y fuerza. De hecho, son capaces de mostrarse como leales camaradas si se les brindan las atenciones indispensables para garantizar su salud y pleno bienestar. El caballo es un animal que precisa de especiales cuidados y de un permanente mantenimiento para su espacio vital. Y si bien podría parecer menos proclive a la socialización, a diferencia de otros animales, como los perros, la verdad es que los caballos son criaturas que gustan de socializar e interactuar con los humanos que los rodean. Se trata de animales que tratan de escapar del aburrimiento siempre que sea posible.
Ahora bien, la tarea de cuidar a uno de estos animales no es algo sencillo. Tener en una granja o establo uno o varios caballos implica un gran compromiso y mucha entrega. Los caballos, así como las yeguas, mulas, burros y ponys, son animales que requieren de un espacio suficiente para ejercitarse cotidianamente y un habitáculo para guarecerse del sol y de la lluvia. Estos espacios habitables del caballo deben ser aseados con la debida frecuencia. No menos importante resulta alimentar correctamente a los caballos, aplicarles las vacunas que les corresponden de acuerdo con su edad, atender las enfermedades que los afecten y colocarles correctamente las herraduras.
Los cuidados más necesarios para el caballo
Es cierto que desde cierto enfoque el cuidado del caballo puede ser algo arduo, sin embargo, en cuanto se conocen e identifican plenamente las necesidades del animal, es más sencillo cumplir con estas atenciones y así garantizarle a nuestro equino una buena calidad de vida. Nada más agradable que salir a galopar con nuestro querido compañero para deambular por el campo o bien llevar a cabo trabajos agrícolas con nuestro equino, constatando su salud y buen estado físico.
Es tiempo de comentar acerca de las tareas de alimentación, limpieza, y ejercitación que están asociadas al cuidado del caballo. Se trata de actividades que pueden ser consideradas como fatigosas y pesadas de realizar día con día, pero también como valiosas oportunidades para mantenerse cerca del caballo y fortalecer el vínculo emocional que se tenga con este noble animal.
Cómo acondicionar el habitáculo del caballo
Por lo que se refiere al hábitat del caballo también hay que observar algunas cuestiones importantes. Algo prioritario es ofrecerle al animal un refugio adecuado para que se proteja de las inclemencias del clima. El sitio más recomendable puede ser un establo, un área arbolada, o una cobertura que les brinde sombra suficiente.
En caso de que se decida montar una cuadra, esta deberá de tener las medidas indispensables para que los equinos puedan movilizarse libremente. Como mínimo se debe acondicionar un espacio de tres por tres metros. Para delimitar esta zona hay que usar una cerca que se encuentre en las mejores condiciones. Es preciso evitar al máximo las cercas de alambre con púas, ya que los caballos se lesionan con mayor facilidad con esta clase de barrera.
Cómo acondicionar la cuadra del caballo
Las puertas de la cuadra deben ofrecer la máxima seguridad. Una medida acertada para que permanezcan cerrados es usar una cadena. Con ello se evitará que los caballos escapen de la cuadra, ya que hay animales que adquieren la habilidad de abrirlas puertas y escapar.
En lo tocante a la alimentación que se les debe ofrecer a los caballos de granja, es indispensable que tengan a su alcance abundante agua fresca. Conviene saber que estos animales beben hasta 35 litros de agua diariamente. Los equinos que no beben el agua indispensable al día son los que exhiben una mayor propensión a padecer cólicos.
Cómo alimentar a los caballos de granja
Por otra parte, los caballos son animales muy aprovechables para fines de pastoreo. Por esta condición, los equinos están habituados a consumir porciones pequeñas de alimento cotidianamente. Y si bien lo ideal sería que el animal se alimentara con mayor frecuencia, los propietarios de caballos suelen ofrecerles dos o tres tomas de alimento al día.
Si un caballo habita en zonas con grandes extensiones de verde pasto, no será necesario ofrecerle alimento adicional. En caso contrario, lo mejor será proporcionarle suficiente heno o forraje para su correcta nutrición. Por lo general se le suele ofrecer al caballo un kilogramo de alimento por cada cuarenta y cinco kilogramos de peso corporal.