Los animales de compañía no comprenden de apresuramientos, ni tampoco saben acerca de problemáticas humanas. En realidad, muchas de las acciones que desarrollan y que causan molestia en las personas que los cuidan, no tienen como objetivo incordiar a nadie. Nuestras mascotas hasta cierto punto tienen su propio tiempo y espacio, viven de modo sencillo y calmado, mucho más de lo que nosotros pudiéramos imaginar.
En un mundo como el actual, acostumbrado a lo urgente, lo precipitado y de inmediatas consecuencias día con día, es preciso cambiar nuestra mentalidad, tratar de ser más empáticos con esos animales de compañía y comenzar la práctica de la tenencia responsable de mascotas.
Tener una mascota implica compromiso y responsabilidad permanente
Es demasiado sencillo adquirir o adoptar a un can de manera poco responsable. Es algo tan sencillo como adquirir un nuevo gadget en un establecimiento comercial o pasar la tarde en el cine. No obstante, en contraste con lo anterior, el perro es un ser vivo que se alimenta, corre, juega, respira y sobre todo siente. No es tan sencillo devolver a un can a la tienda de mascotas por cualquier razón, como se actúa al regresar un smartphone que nos llegó defectuoso. En lo que sigue mencionaremos algunos otros consejos provechosos para acercarnos a la tenencia responsable de mascotas.
Triunfos y dificultades asociados a la tenencia de mascotas
Por supuesto, al tener un animal de compañía en el hogar se corre el riesgo de experimentar pequeños eventos indeseables de la cotidianidad. Basta con pensar en esas veces que el perro arroja sus heces en el interior de la casa en lugar de hacerlo en el exterior; terminar con un mueble roto o arruinado en gran medida por las garras y dientes del perro; escuchar ladridos interminables durante la noche, etc. Son dificultades asociadas a la tenencia de mascotas que no deben pasarse por alto o fingir que no suceden, sino más bien considerarlas como oportunidades para trabajar, esforzarse y lograr un mejor adiestramiento.
Cambio de mentalidad para cuidar mejor a una mascota
En cuanto a lo anterior, es necesario concretar un cambio de mentalidad y dejar de pensar en los animales de compañía como en una fuente de gastos permanentes. En lugar de ello, hay que considerar a nuestro perro o gato como una inversión que corre a largo plazo. No obstante, no se trata de una inversión bancaria o financiera, sino más bien en términos de cariño, afecto, lealtad y valiosas experiencias de esas que de tan positivas nos marcan la vida.
La tarea de cuidar a un animal de compañía
De no actuar en ese sentido, entonces la experiencia de tener una mascota deja de ser disfrutable por completo y se vuelve en una serie de vivencias de control y castigo sin medidas. Es entonces que se busca solventar esa problemática relación mascota- propietario con productos y herramientas variadas: medidas punitivas extremas, bozales, collares de castigo, arneses, artículos anti-orina, etc. Es muy probable que todo ello no funcione y por ende tampoco mejore la relación que tenemos con nuestra mascota.
Cambio de ruta en el camino a la tenencia responsable de mascotas
Es tiempo entonces de cambiar el enfoque, modificar nuestra mentalidad, ser más humildes y tratar de comprender los deseos y necesidades de nuestra mascota. La tenencia responsable de animales de compañía nos permite entender que adiestrar a un perro no tiene por qué ser algo tortuoso o amargo. En este sentido, cada pequeño cambio que se emprenda día con día en la interacción con el can será un granito más de esa playa que deseamos formar: la meta tan deseada de estrechar nuestro vínculo con nuestra mascota y garantizar su pleno bienestar.
Nuestros mejores aliados para ello son el veterinario, una completa tienda de productos para mascota o farmacia veterinaria y fuentes actualizadas de información. Lo más importante, más allá de lo anterior, es tener mucha paciencia, capacidad de empatía y mucho afecto para brindarle a nuestro peludo amigo.
La educación de un perro no debe ser visualizada como una pérdida de tiempo o un esfuerzo excesivo, sino como una estrategia que puede llegar a ser tan lúdica y satisfactoria como queramos, para tener una mejor relación con nuestra mascota.