Muchos son los aspectos que se deben tener en cuenta para el caso de recibir a un joven perrito como mascota en el hogar. En primer lugar, debemos elegir un nombre para el cachorro, pero también es importante seleccionar sus juguetes, el espacio en el cual reposará y la alimentación que le ofreceremos cotidianamente. Debe ser un rincón del domicilio que sea exclusivo para el joven can, algo esencial para su correcto desarrollo y su pleno bienestar.
Un consejo también básico es llevar con la debida frecuencia al cachorro con el veterinario. Es preciso iniciar con un chequeo básico para que este especialista constante acerca del estado de salud del animal. Gracias a este examen, el veterinario logrará determinar si es preciso algún tratamiento para mejorar la constitución física del cachorro. El veterinario es el profesional adecuado que puede orientar por el mejor camino el desarrollo físico del perro. El cachorro debe ser llevado a revisión veterinaria desde las ocho semanas de vida y con una frecuencia que puede ser mensual o cada medio año.
Importancia de la vacunación de los cachorros
Resulta especialmente importante que el animal cumpla con su calendario de vacunación y que el veterinario constante que el animal está manifestando un adecuado crecimiento y desarrollo físico. Este experto también deberá llevar un estricto control de la temperatura, condición cardiaca, capacidad respiratoria, peso, edad, el estado de sus oídos, ojos y dentadura, entre otros importantes aspectos.
Para cualquier persona decidida a llevar un cachorro al hogar para tenerlo como mascota debemos tener presente que estos animales deben iniciar perfectamente su vida y que será preciso atender que se cumpla en tiempo y forma la vacunación del joven perro.
Las fases de crecimiento de los cachorros
A lo largo de la fase de lactancia de los cachorros, con frecuencia pueden tener gusanos en su sistema digestivo. Para constatar lo anterior será necesario obtener una muestra de excremento y solicitar un análisis especial con el veterinario para que a través de la revisión en el laboratorio se determine si el animal tiene gusanos o no. A partir de los resultados, el veterinario nos aconsejará acerca del mejor tratamiento que debemos seguir para que el cachorro recupere su salud.
En las distintas fases de crecimiento que el cachorro debe encarar, es indispensable que se les adiestre con un permanente dinamismo y con suficientes recompensas. Durante las primeras semanas de vida del cachorro será indispensable que el animal intente descubrir su entorno que juegue y aprenda desarrollar su propia personalidad a través de la creatividad, el aprendizaje y la asimilación de reglas. Es esta etapa una de las más importantes para el adiestramiento del cachorro.
Lo negativo de humanizar a las mascotas
Ahora bien, un problema que se repite con gran frecuencia entre los propietarios de cachorros es el de humanizar a las mascotas, es decir, comportarnos con ellas justo como lo haríamos con las personas. Esto es un error extremo que no toma en cuenta lo que el animal necesita, transformando al animal en una criatura con sentimientos y hábitos no propios de su especie y solamente orientada a causar el agrado de las personas que lo alimentan.
De acuerdo con los expertos en estos temas, actuar así con nuestras mascotas, tratarlos como humanos, en primera instancia, les somete a un sufrimiento que podría evitarse y en segunda instancia causará una disminución, una patente afectación en su identidad. Humanizar a los animales de compañía tiene derivaciones nefastas en el desarrollo mental de estas mascotas, puesto que a la larga les ocasionará problemas como inseguridad, ansiedad y frustración.
Algunas de las prácticas asociadas a la humanización de los perros y gatos es la de vestir a los cachorros con ropa similar a la humana, así como también maquillarlos o peinarlos. Todo ello afecta gravemente la identidad de los animales así manipulados.
Crecimiento natural de un cachorro
Parecería imposible, pero un can callejero tiene un comportamiento más normal que el perro que habita en un domicilio. Esto sucede así porque sus instintos naturales lo hacen desarrollar una identidad fundamentada en la necesidad de sobrevivir. Esto lo convierte en un animal astuto, capaz de utilizar al máximo sus capacidades caninas, lo más propio de su naturaleza particular, para hallar alimento y un sitio donde protegerse.