La relevancia de la sanidad animal frente al aprovechamiento pecuario es patente. Es algo esencial para tener excelentes rendimientos en una explotación animal. Para evitar problemas sanitarios en las granjas y criaderos debe de manejarse una eficiente prevención de enfermedades con el apoyo de un veterinario experto. También es preciso tomar en cuenta las circunstancias del comercio global de nuestro tiempo, con una intensa difusión de productos y de animales.
Estas condiciones favorecen la propagación de programas sanitarios en los animales de granja a nivel internacional. Por ello se debe reiterar la importancia de contar con un adecuado monitoreo veterinario.
Para mantener un control sanitario eficiente y para impedir la transmisión de enfermedades entre los ejemplares, los responsables de la granja deben seguir los adecuados protocolos sanitarios y las reglamentaciones locales convenientes para estos casos.
Cómo se presentan las enfermedades en las granjas y criaderos
Ahora bien, para comprender en su correcta dimensión el vínculo entre sanidad animal y producción pecuaria, es importante aproximarnos a la clasificación de las enfermedades que más se presentan entre las poblaciones de los animales de granja. Un conjunto de enfermedades está relacionado con carencias y trastornos metabólicos y otro conjunto está vinculado a complicaciones infecciosas.
Cuáles son las enfermedades de origen metabólico y de origen infeccioso
En el primer caso se trata de enfermedades que están relacionadas con problemas metabólicos que tienen su origen en la alimentación cotidiana que tienen los ejemplares. Además, se trata de enfermedades que avanzan con mucha lentitud. Por lo consiguiente, se trata de eventos sanitarios de complicada detección.
En el segundo caso, las infecciones se desarrollan cuando los gérmenes colman el organismo del ejemplar por haber hallado el ingreso perfecto y con el tiempo llegan a superar las defensas naturales del animal. Por lo consiguiente, para que se desarrollen enfermedades infecciosas son importantes tres factores: la presencia del germen, un punto de acceso para los microbios y una reducción en la capacidad inmune del ejemplar.
Cuáles son los principales tipos de microorganismos
También es importante conocer cuáles son las cuatro principales clases de microorganismos.
En primer lugar, tenemos a los virus, las cuales son partículas que incluyen material genético que tratan de difundir en las células del huésped para conseguir su multiplicación. Por lo que se refiere a las bacterias se trata de gérmenes unicelulares que consiguen multiplicarse con gran rapidez y que son capaces de liberar sustancias químicas capaces de provocar graves enfermedades.
Los hongos constituyen el tercer grupo de microorganismos que debemos combatir para mantener excelentes estándares de sanidad en las poblaciones de animales de granja. Se trata de organismos sin clorofila por lo general filamentosos y con ramificaciones que utilizan para alimentarse. Por último, tenemos a los protozoos, que son un grupo de animales unicelulares integrados por una sola célula o por una colonia de células que son idénticas entre sí y que habitan en concentraciones acuosas o en los líquidos internos de otros animales.
Cuáles son las mejores prácticas sanitarias para implementar en granjas y criaderos
Es tiempo de comentar acerca de las mejores prácticas pecuarias para garantizar eficientes estándares de bioseguridad en granjas y criaderos. Y aunque no existe un modelo fijo que sea aplicable para todos los casos, cuando se realiza un programa de salud pecuaria generalmente suelen tomarse en cuenta ciertos factores:
Manejar una dieta conveniente con el mejor balance nutricional; crear un ambiente de crianza del ganado que no tenga problemas de estrés; tomar las medidas sanitarias necesarias para mantener un acceso de vehículos y de personas sin riesgo alguno; seguir las mejores prácticas de higiene en el criadero al manipular a los animales; procesar convenientemente el estiércol que produzca el ganado; implementar un completo programa de vacunación, con el apoyo de un veterinario certificado, y aislar o poner en cuarentena a los ejemplares que hayan sido contagiados por una enfermedad infecciosa.
También es preciso tomar las precauciones debidas en el manejo de las vacunas. Se trata de medicamentos que en ningún momento sustituyen las adecuadas prácticas en el manejo de animales; las vacunas deben de ser almacenadas, transportadas y aplicadas de acuerdo con las instrucciones y con la conveniente asesoría veterinaria. Es importante recordar que durante y posteriormente a la vacunación no se les debe aplicar antibióticos a los animales de granja.