Contar con la presencia permanente de un veterinario para que asesore a los emprendedores pecuarios en sus iniciativas, revisar con la debida frecuencia las condiciones en las que se encuentran los habitáculos de los animales en los criaderos y cumplir con las especificaciones sanitarias más importantes, es parte de lo que cualquier propietario de una explotación pecuaria debe atender.
Evitar el sufrimiento de los animales de granja es algo que debe ser procurado por muchas razones, justo como lo podremos comprobar en este texto que les compartimos.
Problemas en las granjas industriales
Las condiciones que se viven en las granjas, el modo en el que se trata a los animales que se concentran en esas instalaciones, dista mucho de ser la que se tiene en el imaginario popular. No es la estampa bucólica que suelen representar los niños cuando dibujan grandes prados, verdes montes y el cielo azul sobre las sonrientes reses y gallinas. Con frecuencia en muchas granjas priva el hacinamiento y condiciones insalubres. Esto es algo que debe evitarse no solamente porque afecta el potencial productivo de las granjas o criaderos, sino también por un sentido de empatía y conmiseración hacia los seres vivos.
Modelos de explotación pecuaria no recomendables
De modo la explotación de los recursos pecuarios no es el problema, sino las condiciones en las que esta dinámica se realiza en muchas ocasiones. Es conveniente evitar en la medida de lo posible los llamados sistemas integrales de encierro, las granjas industriales, jaulas de alambre y establos metálicos sin ventanas.
Para comprender los problemas asociados a esta clase de instalaciones pecuarias, es preciso mencionar el objetivo principal que tienen las granjas industriales: obtener la mejor producción de huevos, leche y carne del modo más económico y acelerado posible y utilizando para ello el menor espacio que sea posible. En esta clase de explotaciones los conejos, gansos, patos, pavos, gallinas, cerdos, terneros, vacas y otros animales de granja son colocados en diminutas jaulas o estrechos habitáculos que en muchos casos no les permiten darse la vuela.
Explotación no recomendable de los animales de granja
El objetivo de estas condiciones es privar a los ejemplares de cualquier posibilidad de realizar ejercicio o actividad física para que así toda su energía se canalice a la producción de leche, huevos o carne para comercializarlos. Para obtener mejores resultados a los animales se les alimenta con hormonas especiales para el crecimiento, de modo que puedan engordar más y con más rapidez. También se les suele mantener con vida durante largos periodos usando para ello considerables dosis de drogas y antibióticos.
Los propietarios de granjas industriales por lo general alteran genéticamente a sus ejemplares para que crezcan más y para que produzcan más leche y huevos de lo que harían por su propia naturaleza.
Condiciones negativas para la cría de animales de granja
En general, el hacinamiento es uno de los factores más significativos para la aparición de enfermedades en los animales de granja. Los ejemplares en las granjas de tipo industrial son asperjados o alimentados con poderosos pesticidas y medicamentos antibióticos. Estos químicos se quedan en sus cuerpos y posteriormente llegan a los consumidores de esa carne, leche o huevos, lo cual deriva en graves afectaciones a la salud de las personas.
Para evitar al máximo los problemas en el manejo de animales en las granjas industriales, es indispensable tratar de entender mejor la experiencia vital de los ejemplares que habitan en las granjas o criaderos.
Los animales de granja sienten y sufren
Por ejemplo, las gallinas y pollos sienten y sufren más allá de lo que pudiera suponerse. Se trata de animales que tienen comportamientos sociales más complejos de lo que podría pensarse a simple vista. Estas aves pueden identificar y recordar a por lo menos cien de sus compañeros y manejan más de treinta distintas vocalizaciones para comunicarse. Son animales con personalidad propia que aprenden con rapidez y tienen complejas relaciones sociales.
Lo mismo sucede con respecto a las vacas, animales inteligentes y sociables que gozan de pasar tiempo con sus compañeros. También exhiben una personalidad bien definida: ciertas vacas son sociables y aventureras, otras son más tímidas y en general demuestran una gran variedad en su manera de ser justo como las personas.
En lo que se refiere a los cerdos se trata de animales bastante limpios que no ensucian las áreas donde habitan y si cuentan con el espacio necesario no polucionan los sitios donde duermen o donde se alimentan.