De entre los aspectos que más atienden los ganaderos, uno de los puntos al que ponen mayor atención, es el de los intervalos entre parto y parto. Lo que buscan preferentemente es que las vacas tengan por lo menos una cría anualmente. De allí parte la importancia de implementar una planificación adecuada en el cuidado de las vacas gestantes. Es algo prioritario para cualquier empresa ganadera. Conozcamos más acerca del tema en las líneas siguientes.
En las granjas y criaderos de bovinos se tiene como una de las metas prioritarias, incrementar el número de animales con los que cuenten estas empresas ganaderas. Esa es una manera efectiva de incrementar los niveles de productividad de tales negocios, aumentando, además, la rentabilidad de estos.
Cómo tener vacas fértiles y saludables
De allí que, el manejo correcto de las vacas en estado gestante resulte algo clave y precise de todos los conocimientos indispensables por parte del personal encargado del cuidado de los animales. También es básico el aporte que nos ofrezca el veterinario con sus recomendaciones y asesorías.
Lo que debe buscarse el optimizar al máximo el rendimiento reproductivo de los bovinos de la granja o criadero. Para conseguir lo anterior, es preciso llevar a cabo estratégicas acciones tanto sanitarias, como nutricionales. Tales acciones deben estar enfocadas a la mejora del estado físico de las vacas en estado gestante. Es en este punto cuando conviene detallar en qué consiste el manejo adecuado de los animales en estado gestante y qué ventajas se obtienen de todo ello para el rendimiento reproductivo de las vacas de una granja o criadero.
Cómo optimizar el rendimiento productivo de un negocio ganadero
La tarea de optimizar el desarrollo reproductivo de una vaca, implica revisar con gran detalle el crecimiento del bovino, incluso al grado de evaluar la edad en la que fue destetado. Es uno de los aspectos más importantes que se deben tener en cuenta en el entorno de la ganadería. De no seguir las mejores pautas al respecto, es decir, si se apresura o se prolonga en demasía el destete, esto puede incidir de modo negativo en el posterior rendimiento reproductivo que nos brinde ese animal.
Si la hembra presenta problemas en su crecimiento y su desarrollo físico, es muy posible que haya sido levantada cuando el peso y tamaño del animal no era el óptimo. Lo anterior también propicia que se presenten partos complicados y de alto riesgo. Desde que nace el animal, es preciso curar adecuadamente su cordón umbilical, el ombligo de la cría.
Cómo cuidar a las vacas desde su nacimiento
También es indispensable que la cría se alimente de calostro de su madre de inmediato. Lo que sigue es mantener un monitoreo ininterrumpido de las crías en cuanto a su adecuada nutrición y desarrollo corporal. De esa manera se conseguirá formar animales de adecuado porte, saludables y sin problemas de fertilidad
Para mejorar al máximo nuestros planes nutricionales para las vacas de la granja o criadero, es posible conseguir suplementos alimenticios especiales para vacas en gestación. Se trata de productos comercializados por las mejores farmacias veterinarias y demás tiendas especializadas.
El cuidado que se le debe dar a la vaca gestante, debe iniciarse desde que el animal es parido por su madre, posteriormente tiene que pasar por la cría, la fase de levantamiento y hasta llegar a su edad reproductiva. Es indispensable contar con el apoyo de un veterinario experimentado para cumplir correctamente con cada una de estas etapas relacionadas con las atenciones que se les debe dar a las vacas en estado de gestación.
El correcto manejo de los terneros
El manejo de los terneros debe llevarse a cabo de manera programada y cuidadosa, procurando el pleno bienestar de los animales. Lo mismo sucede en el caso de la nutrición de las jóvenes vacas, ya que se les debe ofrecer una alimentación balanceada y generosa. No menos importante es el manejo cotidiano de los residuos orgánicos y el manejo que se debe hacer de los animales durante el ordeño.
En el parto, las vacas deben de recibir la mejor atención posible. Todo ello incidirá de modo muy positivo en la salud de las crías y en la conservación plena de la capacidad productiva de las vacas de una granja o criadero. Por supuesto, la productividad y la rentabilidad de un negocio ganadero que siga estos estándares de cría serán muy elevadas.