Si se acaba de adoptar a una perra o si se ha optado por rescatar a una hembra canina de las calles, es habitual que nos cuestionemos sobre si puede o no puede tener crías por habérsele aplicado alguna cirugía o incluso por circunstancias propias de la naturaleza.
Se dice que una perra no puede tener crías cuando es incapaz de procrear o tiene grandes complicaciones para ello. No obstante, también sucede lo anterior cuando se le ha aplicado alguna operación quirúrgica con fines de esterilización. Este procedimiento realizado por un veterinario tiene como propósito la extirpación del útero y los ovarios de la perra.
Como podría suponerse, carecer de estos órganos provocará que la perra no pueda tener cachorros. Para detectar esta clase de eventos y saber si una hembra canina experimenta esterilidad, lo que comentaremos a continuación resultará por demás valioso.
Sobre la reproducción de las perras
La perra cuenta con un ciclo reproductivo distribuido en cuatro fases diferentes. Solamente en uno de ellos exhibirá fertilidad y por ello será el periodo en el que la hembra podrá tener embarazo.
En las otras tres fases, aunque tenga acercamientos con un macho fértil, no se producirá embarazo, no por cuestiones de esterilidad, sino porque no se encuentra en su tiempo de fertilidad natural.
En este sentido, pueden identificarse dos clases de esterilidad en las perras. Una de ellas de tipo inducido, al estar producida por operaciones quirúrgicas como la ovariohisterectomía y la otra es la esterilidad producida por causas naturales, por ejemplo, por malformaciones, como neoplasias o estenosis.
Cómo se sabe si una perra tiene esterilidad por cirugía
También pueden producir esterilidad problemas de nutrición en la perra, así como ciertas enfermedades y circunstancias de estrés.
Para quienes se interesen por determinar si una perra recién adoptada es estéril o no lo es, una manera de saberlo es revisar si tiene una cicatriz en el abdomen, puesto que se debe realizar una incisión en esa parte del cuerpo cuando el veterinario extirpa los ovarios y el útero. También es indicativo de esterilidad en la perra por intervención humana la ausencia de celo, siendo lo natural que, habiendo cumplido los seis u ocho meses, la hembra entre en celo un par de veces a lo largo del año.
Por otra parte, la corroboración de si una hembra conserva o no conserva sus órganos reproductivos puede ofrecerla el veterinario de modo fácil, indoloro y no invasivo por medio de una ecografía.
Cómo se sabe si una perra tiene esterilidad por naturaleza
En ocasiones puede presentarse alguna patología que tiene como secuela la esterilidad de la perra, al grado que no pueda embarazarse. Tal es el caso de problemáticas como la hiperplasia endometrial quística o la endometritis.
En este punto es importante destacar la pertinencia de la esterilización veterinaria para el control natal de los perros de la calle, de modo que se les evite sufrimiento y malos tratos en este ambiente a los caninos.
Exámenes veterinarios para detectar esterilidad en la perra
Numerosos casos de infertilidad en las hembras caninas tienen como origen alguna alteración en su ciclo reproductivo. El veterinario, en su intento por detectar anormalidades, debe buscar causas de enfermedad que deriven finalmente en la esterilidad de la perra.
Al resolver la enfermedad es posible que la esterilidad de la perra se revierta. De cualquier manera, los análisis de hormonas o la ecografía pueden ser de enorme utilidad para detectar problemas en el organismo de la perra, los cuales deriven en su incapacidad para tener crías.
Por la gran relevancia que tiene para establecer si una perra es estéril o no lo es, resulta necesario observar posibles celos irregulares que el veterinario logre detectar en los ciclos naturales de la perra.
Por lo que se refiere a las anormalidades más significativas en los ciclos de celo, debemos destacar el llamado celo silencioso, el celo desdoblado, el celo persistente y la ausencia de celo, misma que revela una patente carencia de ovulación. Por lo demás, el celo irregular puede estar vinculado a enfermedades como el hipotiroidismo y la presencia de quistes, entre otras más.
Finalmente, si no se presenta celo por alguna insuficiencia ovárica prematura, es preciso apuntar que no habría tratamiento para atender una situación así.