Así como sucede con los seres humanos, los canes también pueden experimentar ansiedad por distintas causas. Permanecer mucho tiempo sin compañía, no llevar a cabo ejercicio físico, o tener poca estimulación, son algunos de los factores que producen la ansiedad en el perro. Nerviosismo extremo y miedo se combinan en la ansiedad, afectando intensamente a los canes.
Por lo consiguiente, no es una condición que el animal exhiba con el deseo de causar molestias, o para manipular a las personas que lo cuidan. Por el contrario, la ansiedad en el perro es consecuencia de experiencias intensamente estresantes. El animal tratará de mitigar tal estado por medio de conductas poco apropiadas. Muestras de esto último son la destrucción de objetos de la casa, ladridos incesantes y otras acciones parecidas.
Debido a lo anterior, lo más aconsejable es visitar a un especialista en el comportamiento del can o en etología, si es que tenemos la sospecha de que nuestro perro padece de esta enfermedad. Para conocer mejor cómo se presenta la ansiedad en el can, lo que comentaremos a continuación nos resultará de enorme interés.
La compañía para combatir la ansiedad
Frente a un can que padece ansiedad cabe ofrecerle mayor tiempo para mitigar sus carencias emocionales. Una de las principales causas de esta condición en el can se relaciona con la falta de socialización. Esta última es la dinámica por medio del cual el perro se relaciona con las personas, con otras mascotas y con su cotidiano entorno.
Resulta relevante exponer a un joven perro a todo aquello que estará incluido en su entorno, especialmente desde los primeros días de su vida. En caso de saltarnos tal etapa, el animal no será capaz de interactuar correctamente con su ambiente diario y ello le provocará una gran ansiedad.
La separación como fuente de ansiedad en el perro
Los canes son animales plenamente sociales, lo cual implica que precisan sentirse integrantes de un grupo para experimentar una cabal seguridad. Lo anterior tiene que ver con que el perro, al estar en grupo, incrementa sus probabilidades de sobrevivencia, tal y como sucede con un cachorro que se encuentra cerca de su madre.
Conforme el cachorro va creciendo, incrementa una tolerancia a la separación y con ello se va volviendo más autónomo. No obstante, algunos canes que han experimentado abandono, que han sido alejados de su madre antes de los dos meses de vida, o que han padecido maltrato, no son capaces de tolerar la separación con las personas que los cuidan, puesto que se sienten indefensos y lastimados interiormente.
Principales manifestaciones de ansiedad en el can
Las variaciones en el compartimiento que presenta un can que padece ansiedad integran una suerte de mecanismo para expulsar el malestar que experimenta. De entre los principales síntomas de ansiedad en el perro destacan la tendencia a romper la ropa y los muebles, principalmente cuando se encuentra solo en el hogar.
La ansiedad en el can también se manifiesta cuando el animal arroja sus deyecciones en el interior de la casa, aun cuando el animal se encuentre acostumbrado a hacer sus necesidades en el exterior.
Cómo apoyar a un perro que tiene ansiedad
En caso de que tu perro padezca ansiedad es necesario seguir algunas recomendaciones encaminadas a su auxilio. De entrada, no hay que dejar mucho tiempo solo al perro y si tenemos que dejar el hogar varias horas, es valioso dejar a su alcance algunos juguetes con los cuales pueda divertirse y distraerse.
También es valioso fijar una rutina de comidas, paseos y juegos, de modo que el perro sepa que puede anticipar en cada instante y ello reducirá bastante la ansiedad que lo afecte. De la misma manera es preciso realizar ejercicio físico con el can, así como también jugar con el animal. Con ello el perro gastará su energía y podrá relacionarse con otros canes. No menos pertinente será practicar alguna actividad deportiva en compañía del can y de ese modo estrechar la relación con nuestro peludo compañero.
La ansiedad en el perro puede ser solo algo molesto, pero también devenir en una condición de especial severidad. Tal es el motivo por el cual se debe consultar pronto con el veterinario para así hallar una solución al problema.