Los cólicos son espasmos que pueden presentarse en el ganado bovino y otros animales de granja de manera intestinal o estomacal. Es importante conocer acerca de esta clase de complicaciones y cómo hallar una cura para que la productividad de un negocio pecuario no se vea disminuida.
Más frecuentemente de lo que los emprendedores pecuarios pudieran pensar, los ejemplares bovinos padecen de cólicos, los cuales, no son más que espasmos en el área gastrointestinal generados porque el animal ha ingerido algún alimento fermentado o demasiado abundante. Otras causas posibles de los espasmos son el exceso de labor o el frío acentuado.
Según los especialistas en veterinaria, los dolores cólicos se producen por la dilatación de las vísceras huecas o por la presión de órganos como el mesenterio, ya que ello propicia que terminaciones nerviosas por demás sensitivas sean tocadas e irritadas.
Comprendiendo el problema de los cólicos en el ganado
Los cólicos en vacas, reses y terneros disminuyen con el uso de analgésicos. Los espasmos de este tipo que no se reducen con esa medida si exhiben una gran severidad y muy probablemente estén relacionados con posibles accidentes intestinales, como, por ejemplo, las torsiones.
Conviene sacer que los cólicos también son conocidos como timpanismo ruminal o acidosis metabólica. Por lo general se presentan porque los ejemplares consumen abundantes carbohidratos de sencilla solubilidad y se inflaman. Por lo tanto, se les reduce la degradación de fibra y se colma de gases el rumen.
Lo más aconsejable es que el ejemplar afectado sea revisado de inmediato por el veterinario.
Cómo se presentan los cólicos en el ganado bovino
Otros especialistas afirman que lo que debe hacerse cuando un bovino experimenta cólicos es consultar con un especialista para que nos aconseje algún eficaz tratamiento.
Esta clase de animales cuenta con cuatro estómagos. Por otra parte, los cólicos pueden ser de tipo estomacal o intestinal. Dependiendo en donde se presente el problema será el tratamiento que corresponda. Por ello, es muy importante revisar en primera instancia al animal para tomar nota de los síntomas y posteriormente brindarle algún fármaco que le ofrezca alivio.
Y si bien en muchos casos se realiza una revisión casera del ejemplar, lo mejor es que el veterinario examine al animal para que de este modo se identifique si el cólico es atendible con fármacos o si es preciso llevar a cabo una intervención quirúrgica.
La gotera esofágica y los cólicos
Es tiempo de comentar acerca de la gotera esofágica, cierta condición anatómica que se presenta en los terneros durante sus primeras semanas de existencia. Es una zona del cuerpo del animal que vincula directamente el abomaso con el esófago. Es un auxiliar para que la leche que bebe el ejemplar no termine en el rumen.
Por el hecho de que la cría bovina no tiene desarrollado por completo el rumen y a lo largo de sus primeras etapas de vida no puede digerir correctamente la leche, ello puede derivar en variadas afecciones, como, por ejemplo, los cólicos.
Y es que si la leche termina en la panza del joven bovino pueden presentarse problemáticas como timpanismo, diarreas y la llamada acidosis metabólica.
Los ejemplares apenas nacidos tienen el abomaso o cuajar un tanto más grande que los otros compartimientos, en tanto que se ocupa de la fermentación de la leche.
En ciertos negocios de cría bovina suelen retirarle en un periodo demasiado corto la cría a la vaca. Con ello lo que se genera es una disminución de las dimensiones del abomaso y un agrandamiento de la panza.
Los expertos mencionan que el rumen no tiene la estructura ideal para la digestión láctea, sino que cuenta con bacterias y levaduras que ayudan a la fermentación de los pastos. Una vez que el líquido arriba a ese compartimiento los microorganismos que allí se concentran quedan alterados.
La gotera esofágica se genera por un reflejo vinculado con la dinámica de mamar. En cuanto el ejemplar ha sido sometido al destete, la relevancia de tal estructura se pierde. Por otra parte, cuando la cría bebe la leche con la cabeza orientada hacia abajo, la gotera esofágica no tiene un adecuado funcionamiento y con ello el líquido termina por llegar al rumen.