La gota es una enfermedad caracterizada por las acumulaciones de uratos en los tejidos. Los expertos en estas temáticas han distinguido entre dos síndromes diferentes: la gota articular y la gota visceral. Todo ello nos sirve para comprender de modo más profundo como se presenta la enfermedad de la gota en las aves de corral.
La gota visceral se hace presente por acumulaciones de uratos en las serosas cubiertas del hígado, mesenterio y corazón. Las acumulaciones de uratos viscerales se relacionan principalmente con fallos de tipo renal. Las causas más frecuentes de estas lesiones podrían estar vinculados a deshidratación, obstrucciones de los uréteres y afectaciones renales.
Cómo se presenta la gota en las aves de corral
Con frecuencia, la gota visceral que se presenta de modo posterior a las deshidrataciones, se detecta en aves de corral de escasa edad, luego de una dilatada permanencia en la incubadora. Muchos casos de gota visceral están relacionados con carencias de vitamina A, curaciones con bicarbonato de sodio, micotoxicosis y otros factores.
La gota articular en pollos, gallinas y gallos está definida por acumulaciones periarticulares principalmente en el área de las articulaciones de los pies y de los dedos. En los casos más severos las articulaciones se presentan anormalmente agrandados y con malformaciones en los pies.
En los casos más severos y de condición crónica, las concentraciones de uratos pueden ser detectadas en la tráquea, barbillas, cresta, etc.
Variedades de gota en gallinas, pollos y gallos
En los pollos el ácido úrico es lo que el metabolismo produce al final, como una derivación de las proteínas y las purinas. El ácido úrico es formado en el hígado y posteriormente eliminado a través de los riñones. Cuando se altera esta natural dinámica es que se presenta la enfermedad de la gota en las aves de corral.
Hay diferentes tipos de gota en las aves de cría. Una de ellas es la gota visceral, relacionada con precipitaciones de cristales de ácido úrico en diferentes vísceras como el hígado, riñones, corazón e intestino. También destaca la gota articular, misma que está relacionada con precipitaciones de ácido úrico en articulaciones, tendones y ligamentos. Tal es la versión crónica de la enfermedad y manifiesta una cierta predisposición por cuestiones genéticas.
Cuáles son los principales síntomas de la gota aviar
Gallinas, gallos y pollos afectados por la gota presentan síntomas bastante específicos como una reducción en las ganas de alimentarse, plumaje desordenado, una patente cojera, enteritis, cloaca húmeda y emaciación. El diagnóstico veterinario más exacto se lleva a cabo a través de la necropsia. Gracias a estos exámenes especiales las lesiones detectadas revelan la presencia de acumulaciones de uratos en distintas zonas del organismo.
Cuáles son las causas principales de la gota en aves de granja
Son variados los factores que tienen que ver en la aparición de la gota. Los expertos han realizado una clasificación en factores vinculados al manejo animal, infecciosos y nutricionales. En cuanto a las causas nutricionales de la aparición de gota en las aves de corral debemos mencionar elementos como sulfatos, sodio y la proporción de calcio- fósforo.
Por lo que se refiere a las causas vinculadas con el manejo animal, factores que propician la aparición de la enfermedad de la gota en las aves de corral, hay que mencionar lo siguiente: circunstancias relacionadas con la privación de H2O (cantidad limitada de bebederos, una temperatura poco adecuada de cría aviar, cuando se retira la aguja tras la vacunación y también agua con un pH demasiado reducido).
Otras causas relacionadas con la aparición de la gota en las aves de corral
En lo que se refiere al manejo desacertada de la incubación, hay que mencionar circunstancias como el almacenamiento erróneo de los huevos, una fallida incubación, crías que permanecen durante un tiempo excesivo en la sala para incubación, o que son transportadas a distancias demasiado largas sin ofrecerles agua, y también un limitado acceso al alimento.
En este apartado hay que mencionar las dosis demasiado grandes de sulfato de cobre en el H2O, ya que los ejemplares dejan de consumir el vital líquido a un grado nocivo, y también la utilización errónea de ciertos derivados del cresol y el fenol.