Si se cuenta con una tortuga como mascota es indispensable que atendamos la alimentación que siga, brindándole una dieta que sea lo más conveniente para solventar sus particulares necesidades nutricionales. Estos requerimientos alimenticios serán distintos de acuerdo con las variedades de quelonios de las que se trate.
En caso de que la alimentación que se le de a una tortuga no sea la mejor posible, entonces pueden presentarse distintas complicaciones para su salud, como, por ejemplo, trastornos oculares, poca energía y un continuo aletargamiento. De la misma manera, si no se le ofrece la dieta adecuada a una tortuga mascota, el animal puede padecer dificultades para respirar y severos desequilibrios vitamínicos y de minerales en su organismo.
En el resto de este texto mencionaremos algunas de las causas por las que una tortuga mascota no quiere comer y también cómo se debe actuar ante esta circunstancia.
Factores por los cuales una tortuga no se quiere alimentar
De entrada se debe tener presente que, por sus particularidades físicas, es normal hasta cierto punto que las tortugas pasen algunos días de ayuno. Es una situación frecuente y que no debe causar alarma alguna.
No obstante, si ese ayuno se prolonga en demasía, ello puede apuntar a que algo extraño le pasa a ese quelonio que tenemos como animal de compañía.
Algunas de las causas por las que una tortuga no quiere comer
En este rubro debemos mencionar lo siguiente: variaciones que se presenten en su ambiente cotidiano o en sus particulares rutinas; alteraciones en la dieta que se les brinda diariamente; bruscas modificaciones en la humedad o la temperatura medioambiental, y cambios en el nucleo familiar, con la llegada de nuevas personas o nuevos animales de compañía.
Cómo actuar si una tortuga no se alimenta bien
Cuando un quelonio recibe cierto alimento balanceado de modo normal, suelen presentarse algunos cortos tiempos de ayuno- más allá de su normal periodo de hibernación- que pueden extenderse durante algunos días.
Aunque si se capta que una tortuga no consume ni agua, ni alimento alguno, durante un periodo más dilatado, entonces es preciso hallar las causas de esta situación, ya que esa mascota podría hallarse enferma y requerir la atención de un veterinario.
Principales señales de que una tortuga está enferma
De entre los principales síntomas de que una tortuga se encuentra enferma debemos mencionar los siguientes: modificaciones en la estructura de su caparazón; tener los ojos hinchados o cerrados; exhibir patentes indicios de deshidratación, especialmente en las condiciones de la piel, en la textura de la dermis del quelonio, y finalmente, un acentuado aletargamiento.
En caso de advertir esta clase de señales en una tortuga mascota, lo mejor será llevar al animal con el veterinario de inmediato para que este especialista logre solucionar el problema y nuestra mascota recobre su salud.
Tortuga que no se alimenta y tiene los ojos cerrados
Cuando un quelonio no quiere alimentarse y mantiene cerrados los ojos, es muy posible que se tengan problemas con su dieta cotidiana. Si una tortuga no abre los ojos es factible que padezca de hipovitaminosis, condición que se traduce en una carencia de vitaminas en el organismo de este reptil. Ello acontece cuando la alimentación de la tortuga no incluye las vitaminas indispensables para su buen estado físico.
Tortuga que no se alimenta y duerme demasiado
Si captamos que una tortuga no se alimenta y además duerme mucho más de lo normal, es posible que simplemente se trate de su natural hibernación. Hay que prestar atención a las condiciones ambientales del lugar en donde residimos, ya que la hibernación es más frecuente de hallar en tortugas que habitan en lugares de bajas temperaturas.
Para conseguir una adecuada regulación de la temperatura de su contenedor lo mejor es emplear lamparas especiales de rayos UVB y UVA, lo cual también es importante para el estado del caparazón de nuestro quelonio.
Y es que un caparazón de tortuga que va perdiendo su normal color y dureza puede ser la señal de graves problemas de salud para este animal. Por lo general esta circunstancia apunta a una deficiente absorción de calcio por parte del quelonio, por llevar una dieta que no le es adecuada.