Los problemas de salud de las gallinas son bastante frecuentes y se presentan más cuando hay un manejo deficiente de las poblaciones avícolas y cuando se realiza un escaso mantenimiento de las instalaciones en granjas y criaderos.
Algunas de las señales principales que deben de alertar a los criadores acerca de problemas oculares en sus pollos, gallos y gallinas son los siguientes: secreciones purulentas, hinchazón severa y cierre repentino de los ojos.
Tomando en cuenta que en las aves de cría los problemas de salud ocular son un tanto frecuentes y de fácil expansión, la aparición de síntomas en algunos de los ejemplares puede implicar un seguro brote en la totalidad del gallinero.
De manera que, justo después de identificar tales señales, es preciso solicitar la asesoría de un veterinario para que emita un adecuado diagnóstico y tratamiento.
Enfermedades oculares de las gallinas
Si un pollo, gallo, pavo o gallina cierra un ojo con demasiada frecuencia, eso podría ser motivo suficiente para solicitar los servicios de un veterinario experimentado. Y es que resulta más sencillo lograr la curación de cualquier enfermedad ocular en las aves de corral durante las fases tempranas del problema.
Es justamente este especialista quien nos informará acerca de las mejores vías para atender a una gallina en esta condición, si bien todo dependerá del manejo que se tenga con los ejemplares, el estado físico de las aves y el descuido que se haya tenido con la enfermedad.
Cuáles son las más importantes enfermedades oculares en los pollos
Es tiempo de mencionar con mayor detalle cuáles son los distintos tipos de enfermedades de los ojos en las aves de corral.
En este rubro destacan la ceguera por amoniaco, la enfermedad de Marek, conjuntivitis, infecciones, tumores varios, xeroftalmia y distintas lesiones oculares.
Cómo se manifiesta la conjuntivitis en las aves de corral
La enfermedad más frecuente de presentarse y que identifican sin demasiadas dificultades los criadores en las poblaciones avícolas es la conjuntivitis.
En caso de que los criadores no capten en tiempo y forma la presencia de hematomas o lesiones en las gallinas, pueden generarse casos de conjuntivitis en las poblaciones avícolas.
De entre los factores que más propician la aparición de esta enfermedad en pollos y gallinas destacan: humedad excesiva en las zonas donde se concentre a las aves; una insuficiente ventilación en los gallineros, y una carencia en vitamina A en la dieta que se les ofrece a las aves cotidianamente.
El problema de la xeroftalmia en las gallinas
En caso de que un pollo tenga los ojos con hinchazón, pero sin secreciones purulentas, es posible que ello se deba a un caso de xeroftalmia. Se trata de una enfermedad cuyos síntomas incluyen, además de la inflamación en los ojos, una acentuada sequedad en la córnea y un deficiente accionar de las glándulas lagrimales.
Por el hecho de que este problema de salud viene acompañado de síntomas bastante variados, un veterinario con experiencia puede identificar la xeroftalmia incluso con tan solo observar la fotografía de un ejemplar enfermo.
La principal causa para el comienzo de esta enfermedad es una deficiencia en la vitamina A. Para tratar la xeroftalmia no es preciso tomar fármaco alguno, ya que vasta con basta con optimizar la alimentación de las gallinas.
Cómo atender las infecciones oculares en los pollos
Los expertos en veterinaria aconsejan siempre que no se trate de medicar a los animales de granja sin la asesoría de un especialista en la materia. Eso también sucede en el caso de las infecciones oculares de las gallinas.
Cuando las aves de corral cierran demasiado los ojos, con una anormal frecuencia, se puede identificar un posible síntoma de infección ocular. Ese es el caso de la micoplasmosis, la salmonelosis y la laringotraqueitis.
Si la gallina luce hinchada, un ojo lo tiene semicerrado, o si el ave suele rascarse con frecuencia en torno a sus ojos, entonces esos pueden ser indicios de distintas infecciones generadas por virus.
Según el comportamiento de las aves, también se puede determinar un comportamiento nada saludable. Para acentuar la observación hacia las aves basta con identificar señales como los ojos hinchados en el pollo, una patente falta de actividad y pocos deseos de consumir su alimento.