Por la acumulación de grasa en el cuerpo del bovino, la producción láctea conseguida en los criaderos y la reproducción de los ejemplares puede verse afectada. Cualquier persona dedicada a los emprendimientos pecuarios encontrará de gran interés como prevenir o combatir el problema de la obesidad en el ganado vacuno.
Las acumulaciones desmedidas de tejido graso en los bovinos, para fines reproductivos o para el aprovechamiento comercial de su carne, es una circunstancia que puede dañar de modo directo la calidad de la producción láctea e incide enormemente en el volumen que aspire a conseguirse.
Cómo se presenta la obesidad en las reses
Es un hecho comprobado por la veterinaria contemporánea que la producción lechera de las granjas puede verse comprometida si las vacas presentan acumulaciones desmedidas de tenido adiposo. De la misma manera, la reproducción de las reses también puede presentarse como un punto clave si el propietario de los bovinos no atiende el problema del sobrepeso que pueden presentar sus ejemplares.
Los expertos aseguran que la cantidad de producto lácteo que puede producir una vaca, luego de haber parido a su cría, puede disminuir hasta en un treinta por ciento si el ejemplar enferma, durante la dinámica de parto, una enfermedad llamada hígado graso, misma que se encuentra estrechamente vinculada a la gordura.
Qué factores inciden en la ocurrencia de obesidad en las vacas
Sin embargo, ese porcentaje de afectación en la leche producida puede ser variable de acuerdo con la raza, condición genética del ejemplar y otros factores relacionados, como, por ejemplo, si el ejemplar es de raza pura o es producto de un cruce.
Los emprendedores pecuarios, en específico aquellos propietarios de negocios en los que se cría vacas lecheras, deben asimilar el conocimiento necesario para atender y solucionar problemas como el sobrepeso de sus ejemplares.
Como se puede prevenir la obesidad en los hatos ganaderos
En este sentido, el mejor modo de prevenir la obesidad en los ejemplares bovinos es la implementación de una dieta para los bovinos en los que se combinen los alimentos normales como es el caso de la pastura, con suplementos nutricionales como la paja o la soya. Se trata de complementos alimenticios de gran valía, capaces de ofrecerles beneficios adicionales en los ejemplares.
La dieta que se les debe ofrecer a los ejemplares vacunos debe de estar diseñada con la asesoría de un veterinario experimentado. De hecho, la alimentación que se les ofrece a los bovinos varia de una región a otra del continente, ya que las condiciones geográficas donde se practica la cría de reses influyen grandemente en el ambiente donde se les cuida y mantiene.
Cómo se pueden identificar casos de obesidad en las poblaciones ganaderas
Una cuestión valiosa de esclarecer es acerca de cómo se logra identificar con precisión la obesidad en las reses. Los especialistas en el tema mencionan al respecto que para este fin se utilizan unas guías especiales con escalas numéricas y la minuciosa observación de zonas corporales del ejemplar como las vértebras lumbares, caderas, inserción de la cola y los espacios intercostales.
Así entonces la obesidad es una enfermedad que daña la producción de leche y la capacidad reproductiva de los bovinos. Lo positivo es que el sobrepeso en el ganado bovino puede ser evitado con una dieta equilibrada de gran calidad y conforme al estado climatológico, fisiológico y las condiciones ambientales donde se críe a esos ejemplares.
Soluciones y estrategias para combatir el sobrepeso en las granjas y criaderos de ganado
La implementación de una dieta equilibrada diseñada exprofeso para cada población ganadera o la producción de un concentrado nutricional elaborado con residuos orgánicos son estrategias valiosas para el fortalecimiento de la producción ganadera y el combate a la obesidad en los hatos.
El problema del hígado graso y la obesidad en las reses
Una de las enfermedades más graves que se presentan en las vacas lecheras, toros y reses y que se deriva directamente de la obesidad es la lipidosis o hígado graso.
Se trata de un relevante desorden metabólico que experimentan las vacas lecheras durante su etapa de transición.
En esta clase de animales, el hígado graso se desarrolla básicamente en las cuatro semanas posteriores al alumbramiento de la cría, justo cuando hasta la mitad de las vacas exponen acumulaciones de triglicéridos en el hígado.