Es posible tener una mejor relación con nuestro minino para garantizarle mejores condiciones de vida en su condición de mascota. Hay actividades que realizamos cotidianamente y que no siempre resultan gratas para el minino que nos acompaña en el hogar. Por ello, conviene tener presentes algunos valiosos consejos como los que les ofreceremos en los párrafos que siguen.
Hay que tener precaución para jugar con el minino. No debemos ser demasiado bruscos, así como también evitar ciertas prácticas para no resultar lastimados nosotros mismos. Por ejemplo, no debemos usar los pies o las manos para jugar con el gato, para evitar lastimaduras por rasguños o mordidas. En este sentido, lo mejor es utilizar juguetes creados exprofeso para esta clase de mascotas.
Los juegos con el gato mascota
Jugar con el gato siempre es divertido, aunque hay algunas maneras más recomendables que otras para interactuar con nuestra mascota de lúdica manera. En este sentido, no hay que lanzarle directamente el juguete al gato, sino, más bien, arrojarlo en una trayectoria que se aleje del animal para que el minino pueda cazarlo.
Problemas con el adiestramiento del gato
Bajo ninguna circunstancia debemos adiestrar a un gato con maltratos y golpes (como tampoco a ninguna otra mascota, sin importar su especie). Con gritos y regaños excesivos solo conseguiremos que el animal acumule temor o que busque defenderse del único modo que puede hacerlo: con agresividad.
Lo mejor es buscar alternativas para avanzar en el adiestramiento felino. Debemos dejar de perseguir, gritar o mirar fijamente al gato si deseamos que venga con nosotros. Hay que darle espacio y tiempo al minino, puesto que los gatos son animales que suelen acercarse más a las personas más tranquilas.
Errores y aciertos al interactuar con el gato
No hay que arrinconar, ni bloquearle el paso al animal para hacerle mimos, ya que se alarmará. Cuando nuestro gato se acerque por sí mismo, hay que aprovechar para ofrecerle una grata tanda de caricias y mimos.
Por otra parte, si a un minino no le agrada demasiado que lo molesten cuando está despierto, mucho menos tolera que lo molesten cuando duerme. Para los felinos el periodo de descanso es muy importante y por ello hay que tratar de respetarlo al máximo. Caso parecido se presenta si se le molesta al gato cuando está realizando sus necesidades. Al actuar así, es posible que se le traume y debido a ello deje de utilizar su arenero con tal de que se lo deje tranquilo.
Hay que evitar jalar al gato de la cola, puesto que, para tales animales es una extremidad delicada e importante: con ella conservan el equilibrio y se comunican con otros mininos.
Problemas al acariciar al minino
Cuando se tenga la oportunidad de rascarle la cola o la pancita al gato, lo mejor es hacerlo a la parte delantera y trasera de las orejas, así como también debajo del mentón del animal. Es una caricia que suele causarles un gran placer.
En cambio, no debemos levantar al minino por la piel del cuello, especialmente si se trata de un animal adulto, ya que no suele agradarles para nada esta experiencia. Otra dinámica que debemos evitar es cargar al gato sin habernos cerciorado previamente de que al animal le agrada que lo tomen en brazos. A la mayoría de los mininos les gusta más estar en el suelo, al sentirse más seguros y confiados.
No debemos tratar de calmar al perro si súbitamente aplana sus orejas, comienza a emitir bufidos o gruñidos y mueve la cola a manera de latigazos. Lo mejor en estos casos es dejar tranquilo al gato, ya que con un minino alterado difícilmente se puede interactuar.
Tener al gato en el ambiente adecuado
Un factor clave para lograr una mejor relación con nuestro gato tiene que ver con el ambiente donde el animal se desenvuelva cotidianamente. El entorno del minino debe de ser el adecuado para garantizar su mejor condición física y su bienestar emocional. Estudios científicos recientes han revelado que un minino que habita en un ambiente hostil tiene más probabilidades de experimentar complicaciones físicas y etológicas. El estrés es capaz de propiciar en el minino enfermedades en los gatos como infecciones en el aparato respiratorio, complicaciones dermatológicas y otras varias más.