La diarrea es uno de los causales de muerte que más se presentan entre los jóvenes terneros. Afortunadamente, es posible de prevenir en las explotaciones pecuarias, siguiendo las medidas adecuadas. En efecto, un cuidadoso e higiénico manejo animal es capaz de reducir al máximo la ocurrencia de casos de diarrea entre los terneros de menor edad. Y es que, el mayor peligro que se tiene de perder ejemplares, a causa de la diarrea, acontece desde que el ternero nace y hasta que cumple el primer mes de edad.
De inicio, los terneros exhiben deposiciones acuosas y ligeras, pero paulatinamente exponen señales de deshidratación: pelo demasiado áspero, una patente sequedad en las membranas mucosas y ojos notablemente hundidos. Adicionalmente, las extremidades de los terneros se muestran fríos cuando se les inspecciona al tacto. También suele presentarse en ellos una intensa anorexia y complicaciones para estar de pie.
A la postre, de no ofrecerle las debidas atenciones al ternero afectado, este último inicia una condición semi-comatosa.
Propiciadores de enfermedad en los terneros
Ahora bien, parásitos, virus y bacterias son capaces de producir diarrea en los terneros. Y si bien, con frecuencia tiene que ver más de un agente en la aparición de la diarrea en una ternera, el veterinario, para conseguir el diagnóstico más acertado, revisará las medidas de vacunación, desinfección y manejo que se ha seguido con ese ejemplar. Será vital para este especialista conocer también los factores principales que pudieran haber desencadenado ese problema en la salud del ternero.
En este punto, conviene conocer cuáles son los principales agentes infecciosos relacionados con frecuencia en los casos de diarrea en los terneros.
Algunos riesgosos microorganismos para la salud del ternero
En primera instancia tenemos a la bacteria E. Coli o también conocida como Clostridium perfringens. Las toxinas relacionadas con este microorganismo causan una hipersección intestinal, misma que termina por causar la diarrea. Conviene saber que el periodo más riesgoso en los terneros, por los posibles contagios de E. Coli, se presenta durante los primeros tres días de vida del ejemplar.
También es importante señalar que hay diferentes variedades de E.Coli, algunas de las cuales integran la flora habitual de los intestinos del ejemplar. Y si bien algunas cepas de E. Coli no causan riesgos al ternero, algunas otras pueden causarle diarrea de diferente intensidad y de no recibir las atenciones veterinarias indispensables, el animal puede llegar al fallecimiento.
El transcurso de la enfermedad es apresurada y los terneros pueden fallecer en aproximadamente 24 horas desde que el inicio de la enfermedad, antes de que se presente la diarrea. Para evitar el problema de las infecciones de E. Coli, lo mejor es vacunar a las vacas secas y garantizarles a los terneros generosas dosis de calostro.
Salmonella, virus y coronavirus que afectan al ternero
Otro germen que propicia la diarrea en los terneros es la Salmonella especies. Afecta especialmente a los ejemplares durante su etapa neonatal y con frecuencia se encuentra vinculada a un elevado índice de letalidad, en muchas ocasiones sin que se presente una previa sintomatología.
Salmonella especies es capaz de afectar a terneros de las edades más variadas, aunque es más dañino en terneros entre los 5 y los 14 días tras haber nacido. Los ejemplares que enferman por este germen exhiben una elevada fiebre y heces líquidas que en muchos casos llegan a tener sangre.
Por otra parte, los ejemplares infectados de salmonella tratan de eliminar al germen por medio de su saliva, heces y las secreciones de la nariz. La bacteria es capaz de permanecer en el medio ambiente con toda su capacidad contagiosa durante meses enteros.
Diarrea en el ternero y sintomatologías adicionales
No menos perniciosos y causantes de diarrea en los terneros microorganismos como la bacteria Clostridium perfringens, el rota virus y el coronavirus. Por lo que se refiere a la primera, si bien hay varios tipos de ella, la variedad C puede ser causante de intensa diarrea en el ejemplar contagiado. La enfermedad relacionada con Clostridium perfringens inicia de modo repentino. Es posible advertir síntomas de cólico o alteraciones nerviosas antes del fallecimiento del animal.
No obstante, se han reportado casos en los que los terneros mueren sin antes haber exhibido alguna clase de síntomas. Por lo que se refiere a los segundos, los virus y rotavirus que propician la diarrea en los terneros, motivan una variable mortalidad y dependen principalmente si acaso la afectación viral se hace más grave por una infección bacterial complementaria.