Se trata de un tema bastante polémico, un asunto que despierta permanentes controversias. Hay quienes son capaces de pagar mucho dinero por un can de raza pura, mientras que otras personas se oponen por completo a los criaderos de perros, considerando que hay muchos canes abandonados en las calles, así como organizaciones dedicadas al rescate canino y asociaciones de protección animal. En esta nota comentaremos más acerca de los criaderos de perros, sus pros y contras con relación a las mascotas.
Hace varios milenios la cría fue valiosa e incluso una indispensable estrategia. Los pastores criaban a las razas más valiosas para fines de pastoreo y lo mismo los cazadores con respecto a las razas de perro con mejores instintos de acecho. En la actualidad los canes tienen un papel de compañía en las sociedades modernas. Las personas interesadas en conseguir un animal de compañía buscan ciertas razas de acuerdo con sus alcances económicos, logística de sus domicilios y preferencias personales.
La importancia de la cría canina
¿Cómo comprender este cambio en la valoración del perro, pasando del fomento y aprovechamiento de ciertos instintos y capacidades físicas, a la preferencia por su potencial ornamental?
Hay que tomar en cuenta que los perros descienden de los lobos. Se considera que la integración con la humanidad de los perros primitivos surgió como un recurso de alarma y por motivos de seguridad. Con el tiempo fueron aprovechados para fines de pastoreo para sumarlos con el tiempo a labores de pastoreo y posteriormente convertirse en mascotas.
Las primeras razas caninas
Se considera que los primeros canes domesticados surgieron en el Medio Este o en China hace aproximadamente quince mil años. No obstante, hay vestigios de domesticación canina en Europa que posiblemente daten de hace 32 mil años. Incluso granjeros y cazadores de nuestro tiempo aún aprovechan a los perros por sus capacidades naturales para servir de valiosos auxiliares en su actividad cotidiana.
En cierto periodo de la historia los canes de raza pura fueron indicativos de un status social en los Estados Unidos y otras varias naciones. En nuestros días tener un perro de cierta raza se perfila más como una preferencia particular y es justamente esa predilección lo que motiva que muchas personas incursionen en el giro de la cría canina.
Los criadores de perros de confianza
Un criador de perros confiable atiende cada detalle relacionado con el historial y la línea de sangre de los ejemplares que maneja para garantizar su salid. Para ello se les coloca un microchip y se les realiza constantes revisiones veterinarias para que se les apliquen las vacunas necesarias y para garantizar su mejor nutrición. Todo ello debe de realizarse hasta que los animales tienen la edad suficiente para ser puestos en adopción.
Aunado a lo anterior, un criador canino toma en cuenta otras facetas relevantes para realizar sus cruces, como es el caso de las hembras que experimentaron partos complicados, lo mejor es que no vuelvan a pasar por un evento así. Tristemente hay criadores que no actúan como deberían y se les pierde el contacto una vez que han puesto a la venta alguno de sus cachorros.
La alternativa de adoptar un perro
Siempre será más recomendable adoptar a un perro- más allá de su raza o pedigrí- de los que se encuentran sin hogar en los albergues, pero si se decide acudir con un criador de perros de raza pura es conveniente atender algunos aspectos relevantes. De entrada, hay que solicitar referencias y buscar antecedentes de ese criador canino al que acudimos para comprobar su profesionalidad.
Al momento de adquirir al perro hay que solicitar un contrato de venta y un certificado de salud. Si se tiene la oportunidad, hay que visitar de manera personal a ese criador canino para constatar que sea una persona confiable y perfectamente certificada. De ser posible hay que acudir con un criador que se dedique a trabajar con una o dos razas únicamente.
De modo que si se piensa comprar un perro de raza pura es conveniente evaluar a quien se le comprará el perro y donde se realizará esa adquisición para no apoyar negocios de cría canina que no estén perfectamente certificados. Nunca hay que dejar de lado la intención de adoptar a un perro aun cuando sea criollo, ya que muchos de ellos están en busca de un hogar para ser felices y queridos.